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Eduardo Li adquiere "libertad supervisada" y volverá a Costa Rica

NO PODRÁ VOLVER AL FÚTBOL
DEJÓ DE GANAR 500 MIL DOLARES ANUALES POR SU ARRESTO

El ex presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li, quedó en libertad supervisada. Así lo determinó la Corte del Distrito Este del Estado de Nueva York este martes en su sentencia.

De esta manera, Li podrá regresar a Costa Rica en el momento que así lo desee.

El tico fue detenido en 2015 en Suiza y estuvo encarcelado hasta el 18 de diciembre de ese año, cuando fue fue extraditado a Estados Unidos.

"Estoy contento. Agradecer a Dios y a mi familia y na mis verdaderos amigos. A cerrar un capítulo de mi vida e iniciar una nueva vida. De nuevo, pedir disculpas al pueblo de Costa Rica", dijo Li a Radio Columbia.

El ex jerarca además habló de las cosas que más se arrepiente. "Me arrepiento de haber cometido esos errores porque no tenía la necesidad de hacerlo", declaró.

Li regresará en los próximos días a Costa Rica y prometió que sus abogados tomarán medidas por algunas situaciones que se han presentado.

"Volveré lo antes posible, quiero comerme un tamal allá", añadió.

A Li se le acusó de 11 delitos de los cuales aceptó tres, los cuales son conspiración de crimen organizado, fraude electrónico y conspiración de fraude electrónico. 

Eduardo Li se convirtió en el último de fútbol oficial a declararse culpable en un escándalo que ha sacudido FIFA, el organismo rector del deporte. Se cree que varios de los funcionarios cooperaron con la investigación de Estados Unidos.

En un acuerdo hace algún tiempo, Li dijo que le ofrecieron $ 500.000 para adjudicar los derechos de comercialización para los partidos de clasificación para la Copa del Mundo de 2022, programado para celebrarse en Qatar. Dijo que terminó recibiendo $ 300.000, que se canaliza a la cuenta bancaria de un socio de negocios para pagar una deuda de bienes raíces.

En otro, dijo que intermediarios no identificados en Panamá le dieron $ 237,000 en efectivo para dar a una compañía de Estados Unidos los derechos para patrocinar uniformes para el equipo nacional de Costa Rica.

Li también admitió malversación de $ 90,000 en fondos relacionados con alojamiento del torneo de fútbol femenino internacional en Costa Rica.

Li, que fue detenido el año pasado en Zúrich, se encuentra entre unos 20 dirigentes del fútbol acusados ​​en el caso de corrupción. Más de una docena se han declarado culpables, mientras que otros ocho están luchando contra la extradición del extranjero.

No podrá volver al fútbol

Lo que es definitivo es que no podrá volver a ser dirigente de fútbol, pues el pasado 21 de abril del 2017 la FIFA lo castigó de por vida por sus actos.

Al ex dirigente se le encontró culpable de contravenir el artículo 13 (Reglas generales de conducta), 15 (Lealtad), 18 (Obligación de denunciar, cooperar y rendir cuentas), 19 (Conflicto de intereses) y 21 (Cohecho y corrupción) del Código Ético de la FIFA.

Esa restricción es administrativa, deportiva y de otra índole en el ámbito nacional e internacional.

PERDIDAS MILLONARIAS POR SU ARRESTO

Solo por ingresar a la FIFA, en mayo del 2015, Eduardo Li se habría hecho acreedor a una retribución anual mínima de $300.000. O sea, alrededor de ¢171 millones, poco más de ¢14 millones por mes que se pagaba a los miembros del Comité Ejecutivo de ese organismo.

Además, los máximos dirigentes de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf), a la que había arribado Li en el 2013, reciben actualmente un pago de $125.000, más viáticos. Por pertenecer a ambos organismos, el expresidente devengaría como mínimo $425.000, un poco más de ¢240 millones cada 12 meses.

De no haber sucedido el arresto y posterior procesamiento, Eduardo Li habría entrado también a un plan de pensión de la FIFA y tendría derecho a un bono económico al cumplir los ocho años de estar en el organismo. Se habría paseado en Rusia en una limusina permanentemente, como lo hicieron los entonces directores de FIFA en Brasil 2014 durante las 24 horas del día.

Li también estaría recibiendo $500 por día de servicio a la FIFA y como no se habría destapado los malos manejos, a partir del 2023, en caso de permanecer en el actual Consejo de la FIFA, entraría a formar parte del programa de pensiones de la organización. Por ese concepto, al plan del presidente Infantino se le abonaron $133.028 en el 2016.

En total, la salida del fútbol de Li –sancionado de por vida por la FIFA- le costó dejar de percibir al menos unos $500.000 al año, alrededor de ¢285 millones en “dinero limpio”.

Con información de La Nación.