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El líder Liverpool sigue goleando y el United le gana de visita el derbi al City

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El Manchester United fastidió a sus vecinos del City en el derbi del norte de Inglaterra con un 1-2 inapelable, justo, que desahucia a los celestes. El equipo de Pep Guardiola se descuelga ya a 14 puntos del Liverpool, que no falló en su visita a Bournemouth (0-3) en la jornada 16 de la Premier League. Dos goles nacidos de peligrosas contras hundieron a los citizen.

Con la derrota en casa se consuma el peor arranque de Pep Guardiola como entrenador, en sus 11 años en los banquillos. Ni en el Barça, ni el Bayern ni en su etapa en el City, el técnico de Santpedor había logrado unos números tan pobres en el inicio del campeonato liguero, con 32 puntos en 16 jornadas, habiéndose dejado su equipo 2 empates y 4 derrotas, lo que le sitúa a 14 puntos del líder, un Liverpool que les venció en Anfield y que les dejaba entonces a 9 puntos. La distancia se ha incrementado con el empate en Newcastle y la derrota en el derbi.

Sabedor de que comenzaba la jornada a 14 puntos del líder Liverpool, el Manchester City salió al Etihad achuchando a su vecino ciudadano, con su habitual juego de toque, posesión y presión alta. Sin embargo, era el United el que a la contra disfrutaba de las mejores ocasiones, en especial, las de de Martial (16m), que paró Ederson, Lingard (9m) y James (2m).

La tensión en el derbi se palpaba. A los 14 minutos, el Manchester City reclamó penalti por manos de Lindelöf, al rebotarle el balón en el brazo extendido mientras estaba en el suelo. No hubo sanción, pese a las protestas tibias de Pep Guardiola. Pero sí concedió penalti el árbitro en el siguiente ataque red devil (21m) por derribo de Bernardo Silva a Rahsford, que el VAR concedió. El propio Rashford fue el encargado de convertirlo con un tiro ajustado al palo derecho (0-1).

El United se conectó en modo apisonadora y Rashford perdonó la sentencia en dos ocasiones muy claras, una desviada (25m) en una contra de libro y otra al larguero (27m) en un tiro desde la media luna a balón parado. Se olía que llegaba el segundo gol de los de Old Trafford, y fue el francés Martial quien se inventó una jugada genial ejecutada con un tiro con la zurda ajustado a la base del poste. El City hacía aguas, totalmente desdibujado. Un dato lo ratificaba: en media hora, 5 tiros a puerta del United por ninguno de los locales.

La mejor ocasión celeste la tuvo Gabriel Jesús (38m) en un centro de De Bruyne que remató fuera de cabeza de forma acrobática el brasileño. El despertar del equipo de Guardiola lo confirmó el belga en un lanzamiento de falta desde la esquina izquierda que rozó el larguero (40m). Segundo aviso peligroso del City, que se animó con otra falta, más inofensiva, lanzada por David Silva (43m). El canario no llegó a rematar un balón colgado al filo del descanso, en plena ofensiva citizen

El enfado de Guardiola era mayúsculo, y más por un segundo posible penalti no pitado por Anthony Taylor por mano de Fred en un centro de Walker. El jugador del United se deslizaba por el césped para taponar el centro cuando apoyó su brazo derecho, con el que chocó el balón. El árbitro consideró que era involuntario y no concedió penalti.

En la reanudación, el City salió en tromba a buscar la remontada. Tras una recuperación de Rodrigo, De Bruyne tuvo el 1-2 en un remate que salvó Lindelöf cruzándose (55m). Le secundó Rodrigo con un tiro envenenado desde la frontal (63m) que De Gea envió a córner. Era un acoso y derribo de los celestes.

Pero de una portería a otra, aparecía Ederson para desbaratar el posible 0-3 de Lingard (66m) tras un pase del galés James. El córner siguiente se convirtió en una lluvia de objetos sobre Fred desde la grada. El partido se calentaba por momentos, como en la entrada sin balón del brasileño Andreas Pereira a Sterling, que mereció acabar en expulsión del recién incorporado por la alevosa entrada por detrás para frenar al extremo celeste. De Bruyne también veía la amarilla por una entrada al tobillo fruto de la impotencia de llegar a destiempo y ver a su equipo desangrarse.

En los últimos estertores del City, Nico Otamendi recortó distancias (1-2) con un sensacional remate de cabeza en un córner. Un gol que permitió cinco últimos minutos de entusiasmo y esperanza en el Etihad, con los de Guardiola volcados sobre el marco de De Gea.