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Beckenbauer será juzgado de forma separada por los supuestos sobornos del Mundial de 2006

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La Fiscalía suiza anunció este viernes que planea juzgar de manera separada al exfutbolista y entrenador alemán Franz Beckenbauer por su implicación en torno al supuesto pago de sobornos para la adjudicación del Mundial de fútbol de 2006 a Alemania.

Una portavoz de la Fiscalía confirmó así la información ofrecida inicialmente por el periódico suizo 'Neue Zürcher Zeitung', aunque no ofreció mayores detalles. Beckenbauer, de 73 años y presidente entonces del comité organizador del Mundial de 2006, ha sido objeto de una investigación desde el año 2015, junto a otros tres altos directivos de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).

Todos ellos están acusados de fraude fiscal, malversación de fondos, lavado de dinero y apropiación indebida. Uno de ellos es Theo Zwanziger, antiguo presidente de la DFB, quien dijo que apelará la decisión del Fiscal General suizo de separar en la causa a Beckenbauer.

"Es inaceptable que se permita escapar de sus responsabilidades a uno de los sospechosos", declaró Zwanziger a la agencia de noticias dpa. Así, el origen del caso se remonta a la devolución de 6,7 millones de euros que en 2005 realizó a la FIFA el comité organizador alemán del Mundial.

El pago fue declarado por la DFB como una contribución para una gala del ente rector del fútbol que nunca se llegó a celebrar y, por lo tanto, se desgravó como gasto de empresa. Sin embargo, los investigadores creen que fue una devolución oculta vía FIFA al entonces jefe de la empresa Adidas, Robert Louis-Dreyfus.

En 2002, una suma similar fue transferida de una cuenta del presidente del comité organizador, Beckenbauer, y de su mánager de entonces a una cuenta en Catar de una de las empresas de Mohamed Bin Hammam, suspendido de por vida por la FIFA debido a cargos de corrupción. Lo que ocurrió con ese dinero todavía se desconoce.

Poco después, Beckenbauer recibió esta suma como préstamo de Louis-Dreyfus, quien a su vez reclamó a la DFB la devolución del dinero tres años más tarde. La DFB transfirió en 2005 los 6,7 millones a Louis-Dreyfus a través de una cuenta de la FIFA.

Alemania acabó siendo elegida como sede del torneo en el año 2000 por el comité ejecutivo de la FIFA, en una elección en la que se impuso por un ajustado 12-11 sobre la candidatura de Sudáfrica, que sí organizó la cita mundialista de 2010.

Fueron decisivos los apoyos europeos y asiáticos, además de la sorpresiva ausencia en la votación del neozelandés Charles Dempsey. Sudáfrica albergaría el primer Mundial en el continente africano cuatro años después de Alemania.