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Un capítulo más para la tragedia moderna Alajuelense: los golpes recientes al Liguismo

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Como si estuviéramos escribiendo una de aquellas tragedias griegas, ese es el sentir generalizado de los Liguistas cuando les toca hacer una recopilación como esta, que trata de compilar desde la perspectiva de un aficionado aquellos más oscuros momentos de la historia reciente manuda.

El Liguismo está acostumbrado a los altibajos, pero no estamos hablando de esas volatilidades aparentemente normales por las que pasa cualquier entidad deportiva que compite profesionalmente, en este caso hablamos de pasar del cielo al infierno en cuestión de segundos.

Podríamos hacer un recuento sencillo de los últimos años, en el que Alajuelense domina la Copa Fichajes, conforma un plantel que sobre el papel bien podría convertirse en un equipo de época, pero que más bien termina convertido en memes.

Ya bien sabemos que no existe nada que lastime desde aquella fatídica salida de Adonis Pineda, con la 30 en las manos, en pleno Centenario y a estadio abarrotado (vaya tiempos), el equivalente de estar a 10 metros de hacer cumbre en el Everest y repentinamente resbalar al vacío. A nivel futbolístico no recuerdo algo que doliera tanto desde el cabezazo de Jonathan Bornstein que nos arrebató el boleto a Sudáfrica 2010 y ya eso es mucho decir a nivel de sufrimiento.

Sin embargo, los 50 puntos y el invicto despojado en Tibás hace tan solo un par de meses para eventualmente quedar eliminados frente a un archirrival en crisis, son otros golpes que no pasan desapercibidos.

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Esta vez nos toca comentar un nuevo traspié manudo, que raya en la humillación si consideramos el contexto actual. Tan solo 24 horas antes la afición celebraba el “robarse” a Celso Borges (una de las 3 principales figuras futbolísticas de la última década) de las filas moradas, quienes no sólo lo consideraban de la casa, sino que presuntamente tenían un principio de acuerdo para su regreso, hasta que, repentinamente entró en acción Liga Deportiva Alajuelense y con una propuesta integral mayor, consiguió trasladar su rutina hasta Turrúcares de Alajuela, además del panameño Gabriel Torres, una nada despreciable incorporación, mayormente pensando en competir en Concacaf.

Horas más tarde, la noche del lunes también fue inundada por la algarabía manuda con la nueva indumentaria de la cual se leyeron buenas reseñas y una vez más, tal como en el “hackeo” del Viernes, alabando la estrategia de mercadeo utilizada por la institución Alajuelense.

Una vez llegado el martes, cancha en inmejorables condiciones, equipo completo a disposición incluidas las recientes incorporaciones. Todo apuntaba a materializar la posibilidad de saltar desde Octavos directamente a semifinales, no solo burlando los Cuartos de Final, sino que a su vez consiguiendo el boleto a Concachampions gracias a la colorida situación vivida por el Olimpia de Honduras en Surinam. ¡Hasta eso! la suerte había sonreído quitando del camino a uno de los equipos más fuertes de la competición.

Al minuto 30’ ganando 2 a 0, no se vislumbraban mayores sobresaltos en el camino, desperdiciar oportunidades claras se volvió habitual y gradualmente el pie se fue quitando del acelerador hasta que un gol fortuito, con mano incluida provocó que la tragedia comenzara a manifestarse.

A partir de ahí los fantasmas inundaron el Morera Soto y era previsible que, una vez más, como en la historia moderna de este equipo, la debacle se aproximaba.

Una plantilla conformada y reforzada no solo para aspirar por la Liga Promerica, sino que con serias intenciones de defender la Liga Concacaf e incluso competir en Concachampions. Con ánimos de remediar el reciente sufrimiento vivido en la serie contra el Atlanta United donde factores administrativos disminuyeron al equipo sustancialmente, más que claro que 2/3 objetivos ya fueron reprobados.

¿Pero… y ahora qué? Bueno, pues habrá que esperar un año entero para tener una nueva oportunidad de lavarse la cara internacionalmente, pero a nivel local las circunstancias llevan a este equipo contra las cuerdas, obligándolo a alzar la copa en diciembre, y con poco margen de error en el camino. 

La afición, justificadamente enardecida, exige responsables, y como es común el Director Técnico es el primero estar en la mira, y si bien es cierto Luis Marín acaba de perder dos strikes en una misma noche, no es el único culpable, el análisis debe ser mucho más profundo y apuntar a jugadores que fallan o desaparecen en el momento que más se les necesita e incluso a nivel mental, Liga Deportiva Alajuelense desde hace rato que no goza del carácter, del empuje emocional que tantas veces hace sacar la tarea a aquellos equipos con linaje de campeón.

Veremos si Luis Marín logra enderezar el barco (si es que continúa a cargo para cuando se lea esto), ya sabemos que cuenta con un buque y una tripulación de primer nivel para nuestras aguas, pero los capitanes del navío deben asumir el rol que les corresponde, conscientes de que no es suficiente solo con ver tierra a la vista, para haber completado satisfactoriamente la misión.