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El antiguo rancho de Michael Jackson fue vendido a precio de saldo

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El antiguo rancho Neverland de Michael Jackson, en California, se ha vendido al multimillonario estadounidense Ron Burkle, según ha informado su portavoz, por cerca de 22 millones de dólares (unos 18 millones de euros), un precio que solo alcanza poco más de una quinta parte de su valoración hace cinco años. 

El rey del pop convirtió su enorme mansión en un refugio temático de cuento de hadas, con ferrocarril de juguete, noria y orangutanes, y escribió allí algunos de sus principales éxitos. Pero Neverland también fue el lugar infame al que Jackson invitaba a los niños a visitarlo y a dormir, y escenario de supuestos abusos sexuales de menores, de acuerdo con acusaciones en su contra. Tras la muerte de Jackson, fue rebautizado en 2009 como Sycamore Valley Ranch

Burkle, un empresario de Montana con inversiones que van desde supermercados hasta la industria del entretenimiento, compró el rancho “como una oportunidad

El precio de 22 millones de dólares, publicado por The Wall Street Journal, significa una rebaja contundente del precio inicial del rancho, de 100 millones de dólares en 2015 (82 millones de euros). Esa jugosa cifra, considerada “optimista” por los agentes inmobiliarios incluso en aquel momento, se redujo a 31 millones de dólares (25 millones de euros) el año pasado, pero el rancho siguió sin venderse y fue retirado del mercado.

Burkle volaba sobre la región recientemente para explorar una propiedad vecina, susceptible de albergar una nueva sucursal de su red de clubes privados Soho House, cuando avistó el rancho y decidió contactar con su dueño, según el portavoz. Michael Jackson habría pagado 19,5 millones de dólares por la propiedad en la década de 1980 (16,2 millones de euros). La firma de inversiones Colony Capital de Thomas Barrack Jr. compró el rancho al cantante, para entonces muy endeudado, por 22,5 millones el año previo a su muerte (18,5 millones de euros). Burkle había trabajado en el pasado como asesor del cantante en asuntos comerciales, incluida la resolución de deudas contraídas por su lujoso estilo de vida en los años que precedieron a su fallecimiento.