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Egan Bernal se mantiene a la cabeza del Giro de Italia cumplidas 13 etapas

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El italiano Giacomo Nizzolo (Qhubeka) iluminó el maillot de las estrellas que le acredita como campeón de Europa en ruta con una espectacular victoria al esprint en la decimotercera etapa disputada entre Rávena y Verona con un recorrido de 198 kilómetros, la víspera de la etapa del Zoncolan que mantuvo al colombiano Egan Bernal (Ineos) con la maglia rosa.

En su octava participación, Nzzolo (Milán, 32 años), logró un sueño que se le resistía. Por fin levantó los brazos en el Giro, después de 11 y frustrantes segundos puestos. Con una remontada impresionante se enamoró de Verona para siempre. Llegó la emoción tras imponerse con un tiempo de 4h.42.19, por delante de su compatriota Edoardo Affini (Jumbo Visma) y del eslovaco Peter Sagan (Bora Hansgrohe).

Una página escrita a falta de poner el nombre del vencedor que no alteró la general para nada. Bernal y los aspirantes al podio pasaron algo parecido a una jornada de transición, aunque ese termino saca de quicio a los ciclistas. No hubo nervios esta vez. El colombiano llegará al Zoncolan con una ventaja de 45 segundos sobre el ruso Aleksander Vlasov (Astana) y 1.12 minutos respecto al italiano Damiano Caruso (Bahrain Victorious).

Escapada de los fugitivos oficiales   

No hay obligación contractual para entrar en las fugas, pero en algunos corredores así lo parece. En una jornada sin dificultad alguna en la víspera del Zoncolan, el premio apuntaba a los velocistas, mientras que los hombres de la general debían ahorrar fuerzas y evitar percances.

El guante del desafío lo agarraron los italianos Samuele Rivi (EOLO-Kometa) y Umberto Marengo (Bardiani) y el suizo Pellaud (Androni), siempre inquietos en cuento ven bajarse la bandera de salida en Rávena, ciudad considerada como la cuna del Voleibol en Italia, y lugar de enterramiento de Dante Alighieri, autor de La divina comedia.

Los tres fugitivos empezaron a escribir la comedia con permiso del pelotón, aunque sabían de sobra que se trataba de un viaje a ninguna parte, y que la crónica de la muerte de la rebelión estaba anunciada. Pero los equipos invitados se quieren ganar la invitación para otros años, y en ese sentido los tres cumplieron de sobra.

Affini a punto de sorprender, pero Nizzolo voló en Verona  

Se acabó la persecución a 8 kms de meta. Las liebres tiraron la toalla tras el deber cumplido. Más de cuatro horas en el escaparate televisivo, su gran botín. Empezaba la etapa de verdad, por el triunfo parcial en la penúltima jornada propicia para los velocista, ya que la montaña invadirá los que resta de Giro.

Se acabó el rodar a cámara lenta y las charlas de pelotón. El botón de alarma puso electricidad en el grupo. Con ligero viento en contra apareció en cabeza el líder en persona, Egan Bernal, como si quisiera optar al esprint, junto al Ineos, inspeccionando el paso por la pancarta de 3 kms a meta, donde la zona de seguridad resguarda a los líderes y lanza a los velocistas.

Victor Campenaerts (Qhubeka) puso al personal en fila india, el UAE de Fernando Gaviria marcaba de cerca, ya que el colombiano está entrando en fase de desesperación ante la ausencia de victorias, y el Bora de Sagan asomó la cabeza bajo la pancarta de último kilómetro.

El primero en saltar, y con fuerza, no fue ninguno de los citados equipos, sino el italiano Edoardo Affini (Jumbo Visma), desde la lejanía, abriendo incluso una pequeña brecha. Ese movimiento alteró el avispero, provocando la reacción atómica de Nizzolo, remontando posiciones hasta superar con autoridad a todos sus rivales.

En la ciudad de Romeo y Julieta, flechazo definitivo para Nizzolo, quien logró la segunda etapa para su equipo en este Giro, y desamor para hombres como Gaviria, que no encuentra el día ni el momento. El colombiano tendrá que insistir.

Este sábado se disputa la decimocuarta etapa entre Cittadella y el Monte Zoncolan, de 205 kilómetros de recorrido.