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Francia: El presente es glorioso y el futuro está asegurado

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Cuesta pensar que lo mejor aún está por llegar cuando acabas de ganar un Mundial. Pero es así. La segunda estrella de Francia, desde hoy presente en el firmamento futbolístico, brilla tanto que asusta. La selección de Deschamps, ya sentada en el trono, amenaza con un reinado largo y duradero.

Aunque el ciclo haya comenzado en Moscú, esto se venía masticando. Francia fue subcampeona de Europa hace dos años y unos cuantos de los actuales campeones del mundo ya lo fueron en Turquía en 2013 en categoría sub 20. Se avecina lo que se avecina: un ciclo de dominio francés en el fútbol, potencia mundial hoy y mañana.

Francia ha ganado el Mundial con la selección más joven del torneo. El equipo de Deschamps ha conquistado el planeta con un futbolista de sólo 19 años a la cabeza: Kylian Mbappé. La segunda estrella que han colocado los franceses encima del gallo es la suya. La dictadura de Leo Messi y Cristiano Ronaldo tiene fecha de caducidad. Y si alguien quiere mandar es Mbappé, además de su compañero Griezmann, al que todavía le queda fútbol para rato a sus 27 años. Sólo Neymar parece optar a la corona que reclaman en Francia.

Del once de la final, sólo Lloris, Matuidi y Giroud pasan de la treintena. Pavard y Lucas sólo tienen 22 años y la mejor pareja de centrales del mundo no pasa de los 25: Varane-Umtiti. En el medio, Kanté, aunque engañe, sólo cuenta con 27 años y Pogba, con 25.

El presente es glorioso y el futuro está asegurado. En el banquillo con otros como Tolisso, Fekir, Lemar o Dembélé y también en muchos hogares de Francia. No había sitio para todos.

LOS CRACKS GALOS QUE NO ESTUVIERON EN EL MUNDIAL

De no ser franceses, Lenglet, Laporte, Rabiot, Coman, Martial o Benzema habrían jugado el Mundial. Y tienen tiempo para jugarlo incluso con Francia porque ahí hay mucho futuro. Deschamps tenía y tiene tanto para elegir que se podía permitir esos lujos. Y el tiempo y el fútbol le ha dado la razón, claro.

El Mundial de Rusia que se ha acabado declara a Francia como primera potencia. Y apunta a serlo durante mucho tiempo. El Arco del Triunfo no ha hecho nada más que comenzar.