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Marco Van Basten explicó por qué es un Mundial complicado para ser número "9"

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"¿Entonces piensan en cambiar las reglas y qué el fútbol se juegue con menos futbolistas y en un campo de dimensiones más grandes..?", preguntó un periodista inglés. Marco Van Basten se dio cuenta que su cruda descripción había llegado demasiado lejos. Sonrió un poco, apenas lo justo y dijo: "No, no es algo que vaya a pasar". En solidaridad con los de su "especie" y con la natural empatía que puede tener por esa camiseta. Van Basten aseguró que Rusia 2018 ha sido un Mundial muy poco amable con los número 9.

Desde su lugar de Director de la Comisión Técnica de la FIFA, el holandés que fue estrella de Ajax, Milan y el seleccionado de su país durante la década del 80, analiza el juego del Mundial desde la perspectiva de un centrodelantero que hizo más de 300 goles en su carrera.

"Este fue un Mundial en el que los número 9 la tuvieron muy difícil. Conectar con la pelota y tener espacio para poder usarla se les hizo complicado. Hemos vistos defensas muy cerradas, con poca posibilidad de pases entre líneas y jugadores como Neymar y Messi han tenido inconvenientes para explotar su juego. Los delanteros tuvieron que aprovechar las pocas oportunidades que se les presentaron", comentó Van Basten como anticipo de un informe técnico más detallado que la FIFA dará a conocer en septiembre cuando saque sus conclusiones de cómo se ha jugado al fútbol en Rusia.

El paisaje que describe Van Basten parece entrar en cortocircuito con la tabla de goleadores del campeonato. Harry Kane (Inglaterra) es líder con 6 goles y Romelu Lukaku (Bélgica) le sigue con cuatro. Dos delanteros que califican como "9" más allá de las características que los definan y todavía con posibilidades de sumar porque siguen en el Mundial. La tarea es desmenuzar cómo fueron esos goles y contra quienes. Kane sufrió contra defensas europeas más cerradas como Suecia y Croacia, ya tuvo dificultades contra Colombia y tres de sus goles fueron de penal y anotó contra Panamá. Lukaku fue bien controlado por la defensa francesa en semifinales y no pudo actualizar su contundencia goleadora.

Van Basten ecualiza las dificultades de los 9 en términos de metros cuadrados. "Vimos equipos como Islandia, Dinamarca y Suecia que se defendieron con 10 hombres pero de un modo muy organizado. Eran un bloque que iba de derecha a izquierda, de adelante hacia atrás, sin dar un espacio para que conecten sus delanteros. Alemania contra México y Corea tuvo que hacer la siguiente ecuación: cómo tener más hombres en los metros cuadrados de ataque sin dejar libres los metros cuadrados de su defensa para un contraataque. Alemania llegó mucho y remató poco. No tuvo espacios para hacerlo".

Cambiar las reglas del fútbol no será entonces la salida de ese laberinto para Van Basten: "El fútbol en los Mundiales es un deporte de ciclos. Aparecen nuevas formas de jugar y luego surgen otras que resuelven los inconvenientes que se presentan", dice con confianza Van Basten. Es la mirada de un "9" que a los 28 años, disputó su último partido oficial. En 1995, agotado de luchar contra las lesiones, tuvo que retirarse cuando el mundo del fútbol admiraba sus goles y el aprovechamiento de tantos metros cuadrados.