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Las fortalezas de Francia para la Final contra Croacia

Hay una frase hecha en el fútbol y es que el Mundial realmente comienza cuando se inician las llaves eliminatorias. En Rusia, hasta el momento Francia no solo ha ratificado esto, sino que ha hecho de ello un culto.

El seleccionado de Didier Deschamps se metió en la final de la Copa del Mundo luego de vencer el martes a Bélgica por 1-0. Hizo un gran partido desde lo táctico, aunque no tanto desde lo técnico, porque en general su rival tuvo más la pelota y generó más llegadas, aunque no así chances de gol.

¿Puede ser Francia campeona del mundo? Sin dudas, y diría que es la principal candidata a conseguirlo. Tiene un juego sólido que ha conseguido con el paso de los partidos. Fue de menos a más y frente a Bélgica consiguió plasmar su mejor presentación, porque aunque se recordará su partido con Argentina por la espectacularidad de los siete goles anotados (triunfo galo 4-3), en realidad desde lo defensivo no hizo un buen trabajo.

Repasemos lo que ha sido el camino francés hasta la definición de la Copa del Mundo 2018 y sus virtudes:

En la fase de grupos Francia aseguró su pasaje a los octavos de final en los dos primeros partidos. Venció 2-1 a Australia en el debut y 1-0 a Perú en el segundo, sin convencer pero demostrando una rápida reacción de Deschamps para cambiar su idea y adaptarla a lo que requería la situación. Un gol de Griezmann de penal y otro en contra de Behich les dieron los tres puntos a Les Bleus, pero el 4-3-3 no dejó conforme al seleccionador y tampoco la actuación de algunos futbolistas, por lo que cambió táctica y nombres para el choque con Perú.

Para la segunda presentación Francia mejoró con el 4-2-3-1 que sería, a partir de entonces y hasta el juego ante Uruguay, el sistema elegido, con Kante y Pogba como doble cinco, Matuidi en la línea de tres mediopuntas y Giroud como centrodelantero neto, asistido desde atrás por un movedizo Griezmann.

La victoria fue ajustada y no muy convincente, pero marcó el perfil del equipo para lo que vendría, además de asegurar la presencia en la siguiente fase. Con este logro, Deschamps hizo algo que, a la larga, tuvo mucho que ver para eliminar a Uruguay: rotó el plantel. Ante Dinamarca cuidó a Pavard, Umtiti, Matuidi, Pogba y Mbappé. Así, cuidó el físico de jugadores clave, algo que no hizo Tabárez ante Rusia (estaba en la misma situación que Francia: ya clasificado luego de dos partidos) y terminó pasándole factura a Cavani, ausente ante los galos por un problema muscular en el gemelo interno de la pierna izquierda.

Empieza el Mundial.

Llegaron los cruces a todo o nada y el primer rival fue Argentina. Francia estaba en línea ascendente y los albicelestes en un nivel medio para abajo. Así y todo, el equipo de Sampaoli hizo fuerza hasta el final. Empezó perdiendo y pasó a ganar, pero Les Bleus tuvieron en Mbappé a un jugador sobresaliente y ese día jugaron 11 minutos en los que hicieron tres goles que no solo definieron el partido, sino que terminaron de convencerlos de que estaban para pensar en algo realmente importante.

Fue triunfo 4-3, con muchas certezas en ofensiva (demostraron contundencia, calidad, movilidad y sobre todo velocidad), pero también alguna duda en defensa, ya que Argentina, con muy poco, les convirtió tres veces y en la última pelota del partido incluso pudo haber igualado.

Uruguay, que eliminó a Portugal, sería el próximo rival. La Celeste también venía en alza y con cuatro triunfos consecutivos. Para Francia era enfrentar por segunda vez consecutiva a un sudamericano, rioplatense y campeón del mundo.

Una pelota quieta (centro de Griezmann, anticipo de Varane a Stuani y cabezazo a la red) y un error de Muslera ante tiro de Griezmann propiciaron la victoria por 2-0. Uruguay logró frenar la velocidad de la ofensiva francesa, pero el 1-0 propiciado por su propia medicina y la diferencia en la actuación los arqueros volcó la balanza para el lado europeo. Mientras Lloris sacó todas las pelotas complicadas, Muslera propició un segundo gol que fue un golpe de nocáut.

Definición.

Francia se metió así entre los cuatro mejores del mundo y se le venía la ilusión de clasificar a la tercera final en las últimas seis ediciones. Ganó la de 1998 y perdió la de 2006. Bélgica, indomable con 14 goles a favor y 5 en contra, era un escollo durísimo, pero Les Bleus sacaron a relucir su casta de campeones del mundo.

Sabedor de que los belgas iban a tener la pelota y a irse con todo a la ofensiva, porque con el español Roberto Martínez como DT lo que más le importa es el arco de enfrente, Deschamps cambió la táctica y fue más vertical incluso de lo habitual. Puso un 4-3-3 en el que Giroud fue el 9 para distribuir el juego arriba, pero Mbappé y Griezmann tuvieron gran movilidad. Así, sacó rápidos contraataques que le quitaron ímpetu a Bélgica. Pogba se encargó de anular el circuito Fellaini-De Bruyn y así Francia ganó la batalla táctica y el partido, con otro cabezazo a la salida de una pelota quieta, ahora de Umtiti anticipándose al propio Fellaini.

La defensa de los galos logró contener a Bélgica, que por primera vez en el torneo no anotó y perdió luego de cinco triunfos consecutivos.

Francia es un equipo serio, con grandes individualidades que Deschamps, con el paso de los partidos, logró convertir en un colectivo sólido, con algo tan clave como difícil en el fútbol: combinar velocidad con precisión, tanto a la hora de atacar como a la de defender.

Hugo Lloris

El capitán de Francia es lo que conocemos como arquero de cuadro grande. Le llegan poco, pero cuando lo hacen suele responder muy bien. Ante Uruguay y Bélgica fue clave.

Benjamin Pavard.

Cuando Francia tiene la pelota, el lateral derecho es prácticamente un atacante más. Tiene velocidad, pisa el área con frecuencia y tiene gran disparo. Hizo el mejor gol del Mundial.

Paul Pogba.

Un volante completo: elegancia, buen trato de pelota, inteligencia, llegada, gol, pase entre líneas y presencia en marca. Tácticamente cumplió un papel clave frente a Bélgica.

Kilyam Mbappé.

Velocidad pura. Cuando toma la pelota y se pone a correr con campo abierto es prácticamente imparable. Tiene mucha movilidad y cuando pisa el área suele ser letal.

Antoine Griezmann.

Al igual que Mbappé es rápido y movedizo, pero tiene una característica más de centrodelantero. Aprovecha muy bien los espacios y siempre está solo para recibir. Es goleador.