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AL PIE DEL DEPORTE CON EVERARDO HERRERA SOTO 6 PM DEL 19/4/2024

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La maldición del '9', el verdadero miedo de Brasil

TANTO EN SUDÁFRICA 2010 COMO EN BRASIL 2014 SU '9' NO TUVO UN BUEN MUNDIAL

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El oficio de delantero centro en la selección de Brasil nunca resultó sencillo. Echen la vista atrás. Mucho se ha escrito acerca de las maravillas plásticas vistas en el estadio de Sarrià, con la pelota Tango España 82, en aquella segunda fase en la que la canarinha fue eliminada en un terrorífico grupo junto a Argentina y la campeona Italia. Pocas selecciones jugaron de manera tan bella en la historia de la Copa del Mundo.

El centro del campo en rombo formado por Toninho Cerezo, Falcao, Sócrates y Zico estaba destinado a igualar la epopeya de los Gerson, Tostao, Rivelino, Jairzinho y Pelé en México'70. Un sinfín de centrocampistas con alma de delantero. Un sinfín de delanteros con maneras de centrocampista. Hasta que la vista llevó al área. Allí donde acampó un ariete llamado Serginho. Torpe. Sin clase. Un cuerpo extraño que limitó buena parte de las opciones de la selección de Telé Santana, que maldeciría para siempre no haber podido contar con Careca. Marcó Serginho dos goles de madera y fue olvidado para siempre.

La Brasil de Tite, tan exultante en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia, se topó frente a Suiza (1-1) con un viejo miedo. Un clásico motivo de preocupación desde los tiempos de Romario, Bebeto y, sobre todo, Ronaldo (15 goles repartidos entre las Copas del Mundo de 1998, 2002 y 2006). El remate y el gol del 'nueve', siempre necesario para dar sentido a la fantasía de los trescuartistas. Más aún cuando la canarinha ha llegado al torneo con Neymar debilitado tras su larga lesión -este viernes (14.00 horas) será otra vez titular-, y con Coutinho, al menos en el estreno, al rescate de la cordura frente a ese doble pivote tan inquietante formado por el madridista Casemiro y el azulgrana Paulinho. El citizen Gabriel Jesús, el titular en la competición con sólo 21 años, y el red Roberto Firmino, el suplente, se saben con la presión encima. Ambos debutan en un Mundial.

Un tormento recurrente

En Sudáfrica 2010, a quien le tocó el tormento de ejercer de delantero centro fue al ex sevillista Luis Fabiano. A duras penas alcanzó los tres goles (dos de ellos en un mismo partido de la primera fase, frente a Costa de Marfil) en una selección crepuscular en la que Kaká y Robinho eran los que tenían que abastecerle. Brasil no pasó de cuartos. Mucho peor fue lo ocurrido en la Copa del Mundo de 2014. En el torneo en que la pentacampeona ejercía de anfitriona tuvo que ver cómo la pareja de arietes eran Fred (un gol en seis partidos) y el suplente Jô, que se quedó sin anotar.

En un deporte tan dado a los extremismos emocionales, a Gabriel Jesús, la gran referencia en el área de la Brasil de Tite, pese a su excelente periplo en el City de Guardiola (24 goles y 10 asistencias en 53 partidos) ya se la ha puesto la etiqueta de sospechoso. Frente a Suiza, apenas tuvo opciones de escabullirse del acoso de los centrales. Sólo disparó una vez y fue sustituido por Firmino, quien por cierto le mejoró con dos tiros en los 10 minutos en los que estuvo en el campo.

Tiene el delantero del Liverpool más capacidad para asociarse con la línea de mediapuntas de Brasil, algo que con Neymar, Coutinho y Willian en el equipo se presume indispensable. Aunque, a menos que la situación continúe torciéndose, volverá a ser Gabriel Jesús quien tome responsabilidades como ariete, esta vez en San Petersburgo y frente a una Costa Rica que necesita puntuar tras su derrota frente a Serbia (0-1). Al fin y al cabo, todo pasa por el gol.