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El hombre más en forma del mundo en 2016

Un cóctel a base de ira, frustración y decepción puede convertirse en un arma letal positiva si estos sentimientos se canalizan debidamente. Tan positiva, que el pasado fin de semana el protagonista, Mat Fraser (1,70 de estatura y 86 kg de peso), se ha convertido en "el hombre más en forma del mundo", título que recibe el campeón de los Reebok Crossfit Games, los Juegos Olímpicos de ese endemoniado deporte que es el crossfit, que se han celebrado (del 22 al 24 de julio) en el StubHub Center, en Carson (California).

Hace unos años, Mat Fraser (Vermont, EE UU, 26 años), era la joven promesa del equipo olímpico de levantamiento de peso estadounidense y apuntaba a medalla segura en los Juegos Olímpicos de Río 2016 (que empiezan el próximo 5 de agosto). Sin embargo, ocurrió algo: en mitad de un entrenamiento algo en la parte izquierda de su recia espalda hizo "crack" y se quedó inmóvil. "De repente no podía andar ni hacer absolutamente nada. Entré en pánico. Me dijeron que era probable que no pudiera volver a competir", relata en el documental Crossfit Documentary: Mat Fraser. Era 2010, tenía 20 años y un levantamiento realizado de la forma menos acertada le dejó fuera de combate. Su vértebra L5 se había partido en dos.

 

Tras pasar por varias operaciones sin resultados positivos, Mat encontró una clínica en California donde le ofrecían la posibilidad de someterse a una cirugía experimental. Lo demás no había funcionado, así que no tenía nada que perder. "Recuerdo que me operaron uno o dos días antes de Navidad. La intervención fue bien, pero me dijeron que tras la rehabilitación podía recaer", señala Fraser. En ese momento, recordó a sus padres diciéndole lo importante que era tener estudios para asegurarse un buen futuro. "Durante años sólo entrené. Todos los días y a todas horas. Y de un día para otro... se acabó. Me di cuenta de que si no podía entrenarme no tenía nada, así que decidí volver a estudiar y que en mi vida hubiera otra cosa además del deporte", dice en el documental.

Ocurrió algo más. De un día para otro muchos amigos le dieron de lado. "Cuando me lesioné y pensé que mi carrera había terminado, me di cuenta de que alguna gente del entorno deportivo ya no me llamaba". Fuera de combate, ese chico que iba a lograr la gloria ya no era tan interesante. "Esto me generó mucho resentimiento. Después de la operación utilicé el entrenamiento como una forma de demostrar que podía ser el que era de nuevo, en vez de emocionarme por haber logrado volver a estar en el gimnasio. Me equivoqué. Al poco tiempo acabé quemado de mi actitud y perdí mi amor por el deporte. No era feliz cuando entrenaba porque había mucha ira dentro de mí", confiesa Fraser. 

A pesar de que su recuperación había sido un éxito, Mat decidió renunciar a los Juegos Olímpicos, abandonó el U.S. Olympic Training Center, su equipo de levantamiento de peso de Colorado, y regresó a Vermont, su hogar. Allí comenzó sus estudios de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Vermont y encontró su salvación: el crossfit. Entrenó con el equipo local de esta especialidad, al que acudía con la única idea de hacer algunos levantamientos por placer.

No tardó en unirse y engancharse a los entrenamientos del grupo, donde la felicidad era un requisito para la formación. Esta máxima le descubrió la importancia de entrenar de buen humor: "Cuando voy a entrenar feliz y con una sonrisa en la cara estoy dispuesto a sufrir un poco más", asegura en la entrevista que ha concedido a la edición americana de Men´s Health.

Los Reebok Crossfit Games son el equivalente a los Juegos Olímpicos dentro del mundo del fitness. El ganador de esta competición se convierte directamente en "el hombre (o mujer) más enforma del mundo". El campeonato se celebra desde 2007 y es considerado uno de los mayores espectáculos deportivos en Estados Unidos. La principal particularidad de los juegos es que cambian de pruebas cada año y los detalles se anuncian justo antes del inicio de cada prueba.

A los participantes no les queda más remedio que entrenar durante todo el año para una competición que es un completo misterio. El evento está formado por tres etapas: la apertura, que es a nivel mundial y se realiza a través de vídeos que luego evalúan los jueces; los regionales, que son presenciales y se llevan a cabo en cada una de las regiones a competir; y los juegos, que tienen lugar en Estados Unidos. La tercera etapa, los juegos, es la decisiva. Se trata de seis días repletos de ejercicios de alta intensidad: levantamiento y desplazamiento de grandes pesos, natación extrema, salto, carrera con chaleco de peso o sprint con obstáculos.

Fraser recuerda que se presentó a su primera competición de crossfit sólo unas semanas después de empezar a entrenar con el equipo. Quedó primero y se llevó 500 dólares (455 euros), más dinero del que había ganado nunca haciendo deporte. "Nada más acabar pregunté a mis compañeros de equipo si me podía presentar a más competiciones como esta". En su segunda competición volvió a ganar: esta vez se embolsó 2.000 dólares (1.820 euros). "Era alucinante. Me pagaban bien por algo que disfrutaba haciendo. Recuerdo competir con otra gente y pensar: 'Si me lo propongo yo puedo aplastarles a todos", reconoce el atleta. 

El pasado domingo 24 de julio, Mat Fraser se hizo con el mayor logro que un atleta puede facturar dentro del crossfit. Se hizo con el primer puesto de los Reebok Crossfit Games, después de dos años quedando en segundo lugar. Sucendiendo a Ben Smith (Virginia, EE UU, 26 años), que este año no le ha quedado más remedio que conformarse con el subtítulo.

"El día que no disfrute compitiendo dejaré de hacerlo. Pero, de momento, ese día no ha llegado", responde cuando se le pregunta por sus metas a largo plazo. ¿El rival más duro? Lo tiene claro: "El adversario más peligroso es un adversario feliz".

Fuente: Diario El País / España