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12 PM AL PIE DEL DEPORTE CON EVERARDO HERRERA SOTO 24/4/2024

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Las enfermedades degenerativas que provoca el fútbol americano

El fútbol americano es el deporte más popular en Estados Unidos. El próximo domingo se jugará la final, el Super Bowl, partido que disputarán New England Patriots y Los Angeles Rams.

Sin embargo este deporte que genera la pasión de millones de hinchas y el más practicado en colegios, universidades y en el ámbito profesional, genera para quienes lo juegan con regularidad años de golpes e impactos en zonas del cuerpo que terminan generando lesiones crónicas o peor aún: enfermedades degenerativas que llevan a la muerte.

 

A fines del año 2015, cuando la temporada de la NFL entraba en su recta decisiva hacia el Super Bowl, se estrenó una película que contó la historia del doctor Bennet Ifeakandu Omalu, un nigeriano que en los Estados Unidos libró una batalla contra el Fútbol Americano y terminó demostrando el impacto real que el deporte puede provocar en la salud. Concussion (La verdad Oculta), narra la historia de cómo Omalu identificó una enfermedad degenerativa que afectaba exclusivamente a los jugadores que practicaron este deporte.

 

Cuando los Patriots y los Rams se enfrenten este domingo en el Super Bowl, Matt Morrall no podrá evitar pensar en los últimos años de vida de su padre, fallecido como muchos ex jugadores de Fútbol Americano por problemas degenerativos en su cerebro ligados a la violencia del deporte. En su despacho de Fort Lauderdale, en Florida, Matt Morrall luce una imponente escultura.

Es uno de los dos trofeos de MVP que su padre recibió durante su larga y brillante carrera en la NFL, entre 1956 y 1976. Earl Morrall, dos veces ganador del Super Bowl, entró en la leyenda con los Miami Dolphins en la campaña 1972-1973 como la única temporada perfecta de la historia, con 17 victorias y ninguna derrota.

 

Pero Morrall murió en 2014 con 79 años "después de cinco o seis años difíciles", según le relató su hijo a AFP. "Mi padre disputó 21 temporadas en la NFL y, durante ese periodo, recibió muchos golpes en la cabeza ya que en esa época los quarterbacks no estaban tan bien protegidos como ahora", recuerda Matt, un abogado de 61 años.

"Cuando murió, una encefalopatía traumática crónica (CTE) de estadio 4 le fue diagnosticada. Sufría las primeras muestras de demencia, de Parkinson y de Alzheimer", detalla. "Lo más duro fue ver su deterioro. Tenía una voz que escuchábamos por la televisión durante los partidos a pesar de los gritos de la gente. Al final de su vida, sufría de parálisis vocal a causa de la enfermedad de Parkinson, estaba mucho menos presente y tenía dificultades para expresarse", recuerda su hijo.

La encefalopatía traumática crónica es una enfermedad que persigue al Fútbol Americano y a la NFL desde principios de los años 2000, cuando varios estudios científicos demostraron una relación entre los golpes repetidos en la cabeza que sufren los jugadores y el deterioro cerebral. El estudio más reciente, en julio de 2017, fue llevado a cabo tras analizar tejido cerebral de 111 jugadores que pasaron por la NFL y que fallecieron de manera prematura. El CTE fue detectado en 110 de ellos.

 

Las denuncias de unos 4500 exjugadores y sus familiares desde 2010 llevó a reaccionar a la NFL, que aseguró haber consagrado millones de dólares a investigación e indemnizaciones, además de cambiar las normas. "Solo la naturaleza repetitiva de este tipo de golpes explica esta patología pero también está el tipo de impacto, la intensidad, la posición de la cabeza en el momento del choque...", explica el profesor Sergio Gonzales-Arias, neurólogo de la Universidad Internacional de Florida.

A escasos dos días para su gran final, seguida por más de 100 millones de televidentes sólo en los Estados Unidos, la NFL anunció que el número de conmociones cerebrales descendió un 29% en un año (135 esta campaña por 190 la anterior) gracias a las nuevas normas puestas esta temporada.

"Estamos satisfechos por la evolución a la baja pero aún queda mucho trabajo por hacer", estimó Jeff Miller, vicepresidente y encargado de los asuntos de salud y seguridad de la liga.

"El Fútbol Americano puede tener un lugar en la vida de cada uno. Es un deporte que te enseña grandes lecciones sobre la vida que podemos utilizar pero me gustaría que los niños estuvieran protegidos y que las reglas evolucionaran para proteger a todo el mundo", concluye Morrall.