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Nigeria bajo cero: tres mujeres harán historia en los Juegos Olímpicos de Invierno

“Aunque somos estadounidenses, somos también nigerianas”, dice una de las Super Águilas, el equipo de tres mujeres que harán historia al llevar a Nigeria por primera vez a unos Juegos Olímpicos de Invierno. 

En Nigeria no hay nieve. Y por supuesto tampoco un canal de bobsleigh. Al contrario, en el país del oeste africano hace un calor sofocante. 

Hace apenas un año, el sueño olímpico de las tres atletas parecía una broma sostenida sobre un crowfunding, las redes sociales y mucha ilusión. Pero en el proceso las tres fotogénicas mujeres se convirtieron en heroínas nacionales y fueron promovidas por patrocinadores.

"Participamos para mostrar a la gente que es posible", explicó la piloto Seun Adigun, de 31 años. "Mucha gente no pensó que podríamos lograrlo. Hemos hecho historia". Las deportistas, que viven en Estados Unidos, se han preparado para la competencia en el país norteamericano.

La idea de crear un equipo de bobsleigh la tuvo la ex atleta Adigun, nacida y crecida en Estados Unidos y que participó en los Juegos de Londres 2012 en 100 metros con vallas. En la búsqueda de un nuevo deporte empezó a interesarse en el canal de hielo al ver la retransmisión de las competencias en Sochi 2014. Se integró en el equipo estadounidense, pero en 2016 se le ocurrió la idea de fundar un equipo nigeriano con otras ex atletas. "Me entró otra vez la fiebre olímpica", recordó.

La alocada historia, que pasó de ocurrencia a realidad, parece a un cuento de Disney, o al menos a la película "Cool Runnings" -conocida en la Argentina como "Jamaica bajo cero"-, que recreó con enorme éxito de público la participación de un equipo jamaicano masculino de bob a cuatro en los Juegos de Calgary 1988.

Adigun, que vive en Houston, embarcó en el equipo a las ex atletas Ngozi Onwumere (26 años) y Akuoma Omeoga (25), que también tenían raíces nigerianas.

Omeoga había pensado empezar con un nuevo deporte cuando dejó la Universidad en Minnesota. "Pero algo para nigerianos, como el fútbol. Nunca pensé en el bobsleigh", reconoció.

Al principio, el equipo entrenó con un trineo de madera construido por Adigun. A través de una campaña de crowdfunding recaudaron los 75.000 dólares necesarios para fundar también la federación nigeriana de bob, una condición necesaria para participar en los Juegos.

El equipo empezó entonces a lanzarse por tubos de hielo como los de Whistler y Lake Placid. Y en noviembre se clasificaron a través de la Copa de Norteamérica, donde disputando solo tres de las ocho carreras lograron la puntuación para meterse en unos Juegos como primer equipo africano de bob de la historia.

Hasta ahora, sin embargo, nunca han participado en una Copa del Mundo. Su mejor lugar en la Copa Norteamericana fueron dos duodécimos puestos, en competencias con solo 13 trineos. Lo que sí hicieron rápido es convertirse en una sensación mediática que despertó el interés de los patrocinadores.

"En el mismo año ser nuevas y al mismo tiempo hacer historia es único y un reto", dijo Adigun, encantada con el entusiasmo de los nigerianos por la aventura. "Lo más loco es que la mayoría de la gente apenas entiende qué es el bobsleigh, pero les da igual", agregó la africana en un programa de televisión estadounidense en el que antes había dado junto al resto del equipo una exhibición de baile.

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Los africanos siguen siendo un exotismo en los Juegos de invierno, principalmente porque en el continente hay poco lugares donde el clima sea apropiado para el entrenamiento. Sin embargo, las nigerianas no son las únicas atletas que nacieron en zonas más frías pero compiten para sus países africanos de origen.

El ghanés Akwasi Frimpong, de 22 años y residente en Holanda, terminó último en skeleton. A la keniana Sabrina Simader, que creció en Austria, no le fue mucho mejor en esquí alpino. Y el eritreo Shannon Abeda, esquiador nacido en Canadá, se convirtió hoy en el primer atleta de su país en competir en unos Juegos de invierno.

Junto a las tres integrantes del equipo de bobsleigh, Nigeria envió también a Pyeongchang a la piloto de skeleton Simidele Adeagbo, que el sábado terminó igualmente última en el skeleton femenino.

"Se trata de mostrar al mundo mujeres africanas fuertes, inteligentes, llenas de vida, valientes, bellas y ambiciosas que se implican decididamente en el deporte", dijo Adeagbo, de 36 años.

El equipo quiere tener éxito, pero, insistió, eso no es todo. "Lo que estamos viviendo perdurará por siempre. Eso es lo que queremos llevarnos de los Juegos. Con medallas o sin medallas".

El equipo nigeriano que participará de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang