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La noche de pánico del Herediano en el Azteca

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Everardo Herrera Soto

Y todo salió al revés. Un 3 a 0 de ventaja era un buen colchón y la presencia en el Estadio Azteca ante el América era una ilusión para reafirmar al fútbol de Costa Rica, pero fue una pesadilla desde los tres minutos y el 6 a 0 final, pudo estirarse mucho más por “Las Aguilas” en una noche de pánico del Herediano.

 

Los mexicanos que sumaron once goles contra Herediano y Saprissa (5 a 0) en sus eliminatorias, mostraron que son “rápidos y furiosos” con espacios y rivales mortales ante equipos  desordenados. Equivocarse con ellos en el manejo de líneas y acciones individuales defensivas se paga caro y vergonzosamente ante el poderío de Quintero,Zambueza,Benedetto,Peralta y compañia.  

Saprissa había tenido seis minutos fatales en su estadio contra América, al perder marcas  rompiéndose su bloque defensivo y se comió tres goles por la capacidad técnica individual y colectiva del adversario.Los florenses lo redujeron en el Estadio Eladio Rosabal Cordero en un juego brillante y los borraron con un 3 a 0 que pudo ser más, pero en el Azteca después de dos minutos entregaron todo el partido. 

Hoy las lanzas de la debacle van en mucho dirigidas al técnico rojiamarillo Mauricio Wright, que pudo haberse equivocado al dejar al habilidoso Elías Aguilar en el banquillo, cuando su exquisito manejo era lo deseado para tener la pelota, pero yo apunto principalmente hacia los jugadores. Apenas empezando Lagos remata mal solo ante el portero Hugo González una jugada de gol e incluso tenía a un compañero solo en el área.

Y a los tres minutos, la marcación es fatal en el primer gol. Herediano roto entre líneas, Quintero que se fuga, Nelson que se olvida de él y todo el armazón defensivo agrietado que termina en gol de Quintero. No se podía empezar peor al recibir un gol tan temprano, la ventaja ya no era de tres goles, ya era de dos.

Otra vez las líneas partidas y las marcas desprendidas, a los 7 minutos Benedetto, un derecho se daba vuelta ante un resbalón y reacción tardía de Cristián Montero para sacar un remate certero que colocaba el segundo gol. Herediano se vino al suelo, no sabían dónde pararse, todo lo planificado se olvidó y pese a que Wright gritaba, nadie de sus dirigidos lo atendían y empecé a presentir lo peor. Nuestro equipo era de papel ante un tigre suelto.

En pocos minutos, el juego del equipo tico era espantoso a la defensa, el medio campo tan vital no estaba en nada, ni por afuera ni por adentro y la última línea a lo loco y desesperado. Menos sosteníamos el balón, los regalábamos o  lo lanzábamos a nadie.Dramático. Estaban en medio de un incendio futbolístico,el rival los arrasaba  y a los 18 minutos alargaron el equipo y un pase largo los pone en máxima evidencia de un despiste defensivo: el mexicano Hernández y Brown se van a cazar una misma bola con Quintero, se regalan, la pierden y el colombiano se la da Benedetto, entra solo y fusila con el tercero. Ya la ventaja no existía de los heredianos, América volaba.Jugaba a placer ante un rival desarmado y complaciente.La tragedia se venía. El partido era de una sola cara, era cuestión de tiempo.

A los 25 minutos, tras un saque de esquina, cabezazo y rechazo del portero Daniel Cambronero, la pelota le queda a Benedetto y abomba las redes. Ya estaban adelante, el rival se caía a pedazos, la cancha del Azteca era para ellos con un adversario mal parado, abierto,descordinado,aturdido y a la merced.Estaba liquidado y ya el América podía hacer lo que quisiera con él.  Un minuto después Edder Nelson que estaba tan perdido como sus compañeros se hace notar con un grueso error al patear a Benedetto y se va expulsado.Perdidos, desorientados,superados y goleados con un un hombre menos, no podía ser mejor presa.  Y ya a los 32 minutos el argentino Zambueza mete un pase al paraguayo que le pasa como un rayo a Myrie, centra atrasado y el hombre de la noche Benedetto se luce colocando el quinto. Y tras ese tanto entra talentoso Aguilar por Myrie.

En el segundo tiempo, Herediano apenas reaccionó con un poco más de orden y control de balón, pero la fortuna lo acompañó porque el rival que siguió jugando cómodo no tuvo la contundencia de gol de la inicial, pese a varias oportunidades de gol hasta que encajó el sexto con el joven Alejandro Díaz al 84”. Fueron seis, pero el América estuvo para anotarle ocho, diez y hasta doce a este Herediano.

Fue una noche frustrante al máximo. Fuimos a una fiesta y nos encontramos con un funeral rojiamarillo.El equipo que fue nuestro orgullo en el Rosabal Cordero, se minimizó en el Azteca, sucumbió a todo.Le pasó lo peor al desordenarse, romperse y se convirtieron en adversario endeble, que le facilitó todo al rival. Los que amamos al fútbol de Costa Rica y creemos en él, en nuestra eterna lucha contra las limitaciones que nos acompañan en la competencia internacional, especialmente contra México y su campo emblemático como el Azteca, no podemos renunciar a instarlos a seguir para adelante, comprometernos con la calidad y la rebeldía que tenemos a los interno para hacer cosas grandes como la Selección con el Aztecazo del 2001, Alajuelense que le ganó al América en su propia cancha,Saprissa que celebró en el propio campo de Pumas su clasificación al Mundial de clubes 2005 y nuestra hazaña en Brasil 2014 al quedar a las puertas de la semifinal.

Este miércoles América ridiculizó al Herediano, nos golpeó, nos hirió.Somos capaces de jugar mejor al fútbol que lo exihibido.Debemos levantarnos para seguir luchando como lo hemos hecho siempre. Hace unas semanas también lo vivió Saprissa que quedó herido por las mismas Aguilas. Trabajar por mejorar es y será por siempre nuestro compromiso en este fútbol que tanto nos ha dado, en las victorias y las derrotas.Está en nuestro ADN futbolístico.