Celso Borges y Keylor Navas tendrían que tributar por sus representantes en España

Detalles

Publicado: Martes, 13 Octubre 2015 11:30

Escrito por Redacción

Después de poner la lupa en los clubes y en los jugadores, en España Hacienda pone el foco, ahora, en los agentes y agencias de representación de deportistas por las comisiones que cobran a los jugadores y que, en verdad, sufragan los clubes en los movimientos de mercado. En el país europeo se encuentran los ticos Celso Borges y Keylor Navas, quienes deberán ajustarse a esta norma con lo que pagan a sus agentes.

Según el diario El País, la Agencia Tributaria estima que el procedimiento de pago actual, del club al representante, elude el abono del impuesto del que deberían ser objeto por la naturaleza de la comisiones, que entiende como parte del salario de los jugadores.

¿Cuál es el problema? Según el Fisco deberían ser los jugadores quienes cobrasen las comisiones para después pagar los servicios profesionales de sus agentes. Por tanto, reclama a los primeros el pago del IRPF -46% tras la última actualización-. De este modo, como ese importe no ha sido liquidado está abriendo actas a los clubes por que colaboran con el impago, al abonar las comisiones directamente a las sociedades de los representantes sin efectuar las retenciones de IRPF.

¿Cuánto dinero ha pasado de mano en mano sin tributación? Haciendo un cálculo somero y teniendo en cuenta que este verano, los clubes españoles han realizado compras por valor de 565 millones de euros, las comisiones que no han pasado por el fisco ascenderían a unos 30 millones de euros, cuya liquidación en impuestos estaría por encima de los 13. ¿Qué pasará ahora? Hacienda puede exigir los cuatro últimos ejercicios, como ha hecho con los derechos de imagen.

De este modo, desde hace semanas, prácticamente todos los agentes en España son inspeccionados con minuciosidad. Hacienda les ha impuesto sanciones por cuestiones relacionadas con el IVA y ha llegado a cuestionar, en algunos casos, las sociedades creadas por los representantes, a los que ahora reclama la diferencia entre el impuesto de sociedades (30%) por el que han tributado y el tramo del IRPF que les correspondería como personas físicas.