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Máxima tensión entre Isco y Rafa Benítez

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La relación entre el técnico y el jugador atraviesa por una situación muy delicada, que tiene mucho que ver con las tres suplencias consecutivas del mediapunta en Liga y los dos partidos seguidos en los que no ha jugado ni un solo minuto.

No es casualidad que Isco haya disputado 12 minutos en los tres últimos compromisos ligueros. Detrás de su poca participación se esconde un problema que ha dado con el malagueño en el banquillo. En el vestuario intentan restarle importancia. "Lo de Isco han sido tonterías", comentan. Otra cosa es lo que piensa Benítez de algunos desplantes del jugador. Al parecer, visto lo visto, para Rafa no han sido tonterías y está pasando factura al futbolista. Sea lo que sea, Isco atraviesa por uno de sus peores momentos desde que es jugador del Madrid.

La raíz del problema

El problema afecta a todos. A Benítez, que no está contando con uno de sus jugadores más determinantes -en un momento, además, en el que James no está en su mejor forma-. Al club, que ve cómo el técnico tiene sus más y sus menos con otro jugador. Y a la grada, que se queda sin disfrutar de uno de sus jugadores favoritos.

El primer encontronazo entre ambos llega a raíz de la suplencia de Isco ante el Barcelona en el Clásico. Con James recién salido de la lesión y tras una dura gira de compromisos con su selección, el malagueño estaba seguro de que sería titular ante el Barcelona. Pero no lo fue, con el correspondiente enfado que mucho tuvo que ver en la roja directa que vio tras una fea patada a Neymar. La expulsión le costó dos partidos.

Su gesto en El Madrigal

Hasta su reincorporación al equipo en Liga, Isco jugó los partidos de Champions ante el Shakhtar y el Malmoe, y el de Copa ante el Cádiz, donde brilló con dos goles. Pero Benítez lo volvía a dejar en el banquillo ante el Villarreal, donde el jugador fue cazado haciendo un gesto de sorpresa al ver a Kroos en el banquillo -se frotó los ojos insistentemente mientras miraba al alemán. Unido a la derrota, a Benítez parece que no le gustó nada su actitud.

Desde entonces, Isco no ha jugado un solo minuto. 

La situación deja entrever un claro distanciamiento, porque sin lesión de por medio, no se entiende que el malagueño no haya entrado en los planes de Benítez ante el Rayo Vallecano y ante la Real. Una cosa es que James le condene a la suplencia y otra bien distinta es que el colombiano sea sustituido y Rafa apueste por Kovacic. Algo pasa, como ocurrió en su momento con Jesé y está pasando otra vez.

El caso es que en un momento de dificultad, Benítez no termina de dar con la tecla para disponer de la mejor versión de sus dos jugones. Ha dejado de contar con Isco en los últimos partidos y James sigue desaparecido en combate. El colombiano juega, pero su rendimiento está lejos del que ofreció la temporada pasada. Ante la Real volvió a ser sustituido.

Ahora Benítez tendrá que lidiar con esta nueva patata caliente. No es la primera, pero el club sí desea que sea la última. El Madrid necesita a todos sus cracks.