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Menotti se tambalea en Argentina

El regreso de César Luis Menotti al organigrama de la selección argentina era, sobre el papel, una decisión más que acertada de la dirigencia.

Una figura respetada que ocuparía el puesto de director de selecciones para marcar el camino deportivo que debía seguir tanto la mayor como las inferiores. También, un ejemplo para técnicos y jugadores. Una referencia a la que preguntar y en la que fijarse para superar el mal momento, ya demasiado largo, que vive la albiceleste. Menotti empezó a reunirse con Lionel Scaloni y con los dirigentes de la AFA, en charlas en las que daba su punto de vista y explicaba su idea deportiva tanto a corto como a largo plazo. 

Todo parecía marchar bien pero con el paso del tiempo llegaron los problemas. El 'Flaco' empezó a mostrarse distante a los directivos que le habían colocado en la selección. Además, sus apariciones en Ezeiza fueron a menos, hasta el punto de que esta Copa América ni siquiera ha viajado a Brasil para reunirse con la concentración (alegando una enfermedad), y todo apunta a que no estará en el duelo ante Venezuela. Esto ha enfadado a parte de la dirigencia, que creen que es una figura importante como para apoyar al equipo en una situación así.

Sin embargo, lo que menos está gustando en la AFA es la serie de declaraciones que el técnico campeón del mundo en el 78' ha realizado desde que llegó a su nuevo puesto. "Para ganar títulos hay que tener proyectos sostenibles a largo plazo" o "sin proyecto no tenés técnico. Ni Cruyff ni Guardiola podrían dar vuelta hoy esta historia", son algunas de las frases que han provocado malestar en el máximo organismo del fútbol argentino.

Menotti no se siente cómodo con las idea instalada respecto a la selección argentina. Mientras que su apuesta es a largo plazo y le gustaría que el torneo local tuviese más presencia, en la AFA buscan encontrar resultados lo antes posible. El 'Flaco' anunció que los cambios empezarán después de la Copa América, pero la clasificación a Qatar será más complicada que nunca y la albiceleste no tiene margen para pruebas. Una serie de condicionantes que podrían acabar por dinamitar una relación cada vez más desgastada.

Fuente: AS