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Messi reconoce que su mala alimentación lo hacía vomitar en los partidos

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El argentino Lionel Messi, un pequeño chico nacido en Rosario, pasó de vivir en su humilde casa a ser una referencia en apenas dos décadas y ahora, consagrado como el mejor futbolista del mundo, descubre su intimidad más allá del foco actual en una entrevista para América TV: sus sensaciones con la selección, sus decepciones, sus métodos alimenticios, su día a día en Barcelona, entre otras cosas. 

Sus primeros años en el fútbol y su familia

Su tratamiento de pequeño: "Al principio mi madre se encargaba, luego era mi padre, hasta que aprendí. Fui haciéndolo sólo, era una agujita chiquita, como un lápiz. Te metías, la cargabas y ni siquiera dolía, era una rutina que hacía con normalidad". 

El papel de su familia: "Todo lo hablo con ellos, son los que siempre están, lo saben todo. Soy consciente de que mis palabras tienen mucha repercusión, por eso intento no meterme en líos, intento cuidar lo que digo. Estar con mis hijos me relaja, la llegada de mi primer hijo me cambió. Obviamente no me gusta ni empatar, pero me lo tomo de otra manera".  

Su alimentación: "Antes comía de todo, comía muy mal. Con 22-23 años no te enteras de nada, comía chocolate, dulces, gaseosa... ahora como de todo, pero bien. Como pescado, carne, ensalada... de vez en cuando tomo vino, pero no abuso. Noté mucho el cambio, sobre todo en el momento del vómito. No me ha vuelto a pasar". 

Su vida después del fútbol: "No sé que pasará. Es difícil pensar en que no podré jugar. No sé donde estaremos, me gustaría hacer todo lo que no pude por profesión, pero no sé donde será". 

Leo Messi y su selección

Mundial en Rusia: "Ojalá sea un gran Mundial. Tenemos ganas de conseguir la copa, de vivir algo parecido a lo del 2014. Es algo inolvidable, pero no será fácil. Ganar un Mundial no es habitual, puedes llegar, hacerlo todo bien y no conseguirlo". "La gente espera que Argentina sea campeón, lo imaginé siempre, poder ganar esa final, levantar la copa... por eso lloré en 2014. Sabíamos la dificultad que tenía ganar y quedarnos tan cerca fue doloroso. Estuvimos muy cerca.

¿Su último Mundial?: "Es lo que sentimos, lo que nos hizo sentir la gente. Parece que llegar a tres finales no sirve de nada. Vivimos de los resultados, pero se han dicho muchas cosas de nosotros. Pensamos que si no somos campeones, habrá muchas más críticas y no quedará otra: si no ganamos, pedirán que el grupo se vaya".

La final ante Chile: "Lloré muchas veces. Es doloroso estar tan cerca, creo que lo merecimos, era consagrar un sueño. Fue un golpe muy duro".

Su vida en el fútbol actual

¿Qué ha mejorado en su juego?: "He aprendido mucho, antes agarraba la pelota y hacía mi jugada. Ahora intento jugar más para el equipo, ser menos egoísta. Intento buscar la mejor opción, ir hacia atrás, mover al equipo desde otro lugar. Creo que sigo corriendo igual".

¿Su mejor versión?: "Esto no es sólo marcar goles, sino estar bien dentro del partido, tener participación, tocar la bola, no perder la pelota fácilmente... A veces he hecho goles y he tenido un partido malo. Sin embargo, los goles lo tapan todo". 

¿Sorprendido por los resultados?: "Esto es un juego. Todos queremos ganar, ser campeones, ser los mejores, pero a veces no se puede. Esto está lleno de sorpresas, no siempre gana el mejor. Aprendí a vivir con ello, una vez termina el fútbol, hay más". 

Fuente: El Desmarque