Buscar en Google:

La Bundesliga alemana evalúa eliminar su norma 'antijeques'

Imagen relacionada

En el futbol alemán se estableció en 1998 la 'regla del 50+1' cuando se abrió la puerta a que los clubes alemanes pudieran convertirse en sociedades con ánimo de lucro. La Federación Alemana de Fútbol lo permitió, pero puso una condición: el 50% más una de los votos tenían que permanecer en manos de los socios. Ningún inversor (individual o empresa) puede tener más del 49%. Ahora esta situación podría cambiar. 

Así se explica en la siguiente nota presentada por el Diario El Confidencial: 

La Bundesliga es la única liga europea de fútbol que recibe más elogios por lo que sucede en las gradas que por lo que ocurre sobre el césped. No es que el nivel de la competición sea bajo, pero es que el ambiente es fantástico: gradas llenas, precios bajos, animación constante, aficionados implicados... El elogio a su modelo es unánime, aunque muy pocos lo copien.

No es solo una cuestión estética; el fútbol alemán tiene normas que favorecen todo lo anterior, especialmente la participación de los seguidores. La más importante es la 'regla del 50+1', que establece que los socios deben tener la mayoría de votos en el consejo de los clubes, lo que en la práctica impide el desembarco de jeques y oligarcas como sucede en el resto del fútbol europeo. 

Ahora, 20 años después de su implantación, la Liga Alemana de Fútbol (DFL, por sus siglas en alemán) se plantea su modificación.

Una regla de 1998

La norma tiene una excepción: que un inversor externo financie sustancialmente a un club durante al menos 20 años seguidos. El Wolfsburgo (propiedad de Volkswagen), el Bayer Leverkusen (propiedad de Bayer) y el Hoffenheim (propiedad de Dietmar Hopp, fundador de SAP) son los únicos clubes que la cumplen en la actualidad.

Eso es justo lo que pretende ahora Martin Kind, presidente y máximo accionista del Hoffenheim. El año pasado, tras el ascenso del equipo a la Bundesliga, se hizo con la mayoría de las acciones y solicitó a la liga alemana que también hicieran una excepción con él. La liga se reunió el pasado lunes para tratar el tema, pero no tomó una decisión. Lo que sí hizo fue abrir la puerta a que la norma pueda ser modificada, algo que Kind consideró una victoria.

Esta misma semana, el director ejecutivo de la DFL, Christian Seifert, explicó a 'Financial Times' la posición del organismo. "Necesitamos empezar una discusión honesta sobre la regla del 50+1. Necesitamos al menos descubrir si entre las posiciones radicales —mantenerlo el mercado como ahora o abrirlo completamente— hay un punto intermedio", dijo.

"Creo que es fascinante al menos intentar encontrar la manera de combinar la cultura alemana del fútbol, admirada en todo el mundo, con un comportamiento económico serio y oportunidades para invertir", continuó. Eifert dijo que, en cualquier caso, la modificación de la norma aseguraría la capacidad de bloqueo de los aficionados en temas como el cambio de colores o de estadio.

 

Posturas encontradas

El debate sobre la norma no es nuevo. Lo que apuestan por abolirla aseguran que los clubes alemanes se están quedando atrás y que la llegada de inversores es necesaria para competir con otras ligas, sobre todo la inglesa, que domina en lo económico gracias al dinero de los multimillonarios inversores dueños de los clubes y de los ingresos de televisión. Los que se oponen argumentan que sería extirpar al fútbol alemán una de sus señas de identidad, parte de lo que le hace ser tan admirado en todo el mundo.

Frank Wettsteim, director financiero del Hamburgo, único club de la Bundesliga que no ha descendido desde la fundación de la competición en 1963, propone que cada club decida por sí mismo si admite inversores o no. "Ya tenemos demasiadas excepciones a la regla del 50+1. El RB Leipzig ya la ha sorteado y es un obstáculo para los clubes", recogió hace dos semanas el medio alemán 'DW'.

En el St. Pauli, el otro gran equipo de Hamburgo, tienen una opinión muy diferente, en línea con su historia. "La regla del 50+1 protege el valor socio-político del fútbol. Hablamos del deporte de la gente como un activo cultural. Tenemos que dejar de glorificar la idea del dinero de los inversores", dijo Andreas Rettig, director ejecutivo del club, ahora en la 2. Bundesliga.

El caso del RB Leipzig es quizá el más llamativo de todos. El club alemán, fundado en 2009 y presente esta temporada en la Champions League, cumple con la norma, pero no con su espíritu. El 99% de las acciones de la sociedad está en manos de Red Bull y el 1% restante es propiedad del club, controlado por los socios. Pero son estos últimos los que tienen el 50+1 de los votos en en el consejo. Lo que pone en cuestión el modelo es que solo hay 17 socios, la mayoría relacionados con la empresa austríaca de bebidas.

Fuente: Diario El Confidencial España