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Honduras paraliza su torneo indefinidamente por falta de seguridad

La Liga Nacional del fútbol hondureño decidió suspender por tiempo indefinido el torneo Apertura del torneo local por tiempo indefinido. 

“No podemos poner en riesgo a nuestros jugadores y aficionados y se ha tomado la determinación de suspender la actividad del fútbol de Liga Nacional hasta que la Secretaría de Seguridad nos garantice hasta nuevo aviso y jugar con público para proteger la integridad”, dijo Roque Pascua, secretario de dicha organización.

Y es que una batalla campal se desató en el estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula, ciudad del norte de Honduras, en el partido de ida entre el Real España y Marathón por la semifinal del torneo Apertura de fútbol, tras una decisión arbitral.

En el minuto 76 del segundo tiempo, en un contragolpe del Real España, el árbitro Armando Castro sancionó penalti una jugada en el área del Marathón, cuyos jugadores le reclamaron airadamente.

Mientras tanto, los ánimos se caldeaban en la grada sur del estadio, donde enardecidos aficionados del Marathón que sacudían un portón superaron este obstáculo y se metieron en la cancha.

La turba lanzó piedras y otros objetos contundentes, sin que se conozca si hubo lesionados.

El árbitro del partido, Armando Castro, no pudo llevar la pelota al punto de penalti después de que los jugadores del Marathón se le echaran encima, en tanto que los aficionados se afanaban en abrir el portón para acceder al terreno de juego.

Desde otra grada, en el extremo este del estadio, hacían lo mismo aficionados del Real España, que también entraron a la cancha e intentaron enfrentarse a los del Marathón, lo que fue evitado por efectivos del Batallón “Cobras” de la Policía Nacional hondureña que disolvieron la manifestación con gas lacrimógeno.

Los gases afectaron a muchos aficionados, entre ellos decenas de niños, algunos de muy corta edad, acompañados de sus padres; jugadores y periodistas, entre otros.

Cuando los aficionados del Marathón comenzaron en la grada sur a sacudir el portón, de alambre y cerrado con candado, los cuatro policías que estaban apostados enfrente se abstuvieron de intervenir, quizá previendo que lo podían romper y que ellos no estaban en condiciones de controlar a la enardecida turba.

El partido, que iba ganando el Real España por 2-0, fue suspendido debido a los disturbios.

Los seguidores del Marathón se fueron del estadio, mientras que decenas de los del Real España se quedaron en la cancha, algunos haciéndose fotos con sus jugadores, mientras otros seguían en la grada media hora después del zafarrancho.

En la otra llave de la semifinal, este jueves jugarían en Tegucigalpa, la capital hondureña, Olimpia y Motagua, el partido de ida, en tanto que el de vuelta está programado para el domingo.