Los factores que evalúa Sabella para seguir como técnico de Argentina

El entrenador Alejandro Sabella todavía no ha decidido si se mantiene o no como técnico de la selección de Argentina tras haber obtenido el subcampeonato en el Mundial de Brasil 2014. Se espera que en una semana ya tenga una respuesta definitiva. 

Sabella sigue valorando diferentes aspectos tal y como lo analiza en la siguiente nota el periodista argentino Claudio Mauri:  

FUTURO DEL DT 

La mirada sigue puesta en el pasado reciente, el futuro puede esperar. Se extiende el tiempo de las evocaciones, los agradecimientos, los agasajos, los reconocimientos. Los proyectos, lo que vendrá, son un enigma. Alejandro Sabella rescata las bases y los pilares que dejó asentados el seleccionado argentino en el Mundial, pero no devela la incógnita de si la obra continuará con él. Pidió unos días más para contestar, mientras lo piensa con su familia y concreta una reunión con Julio Grondona, que se celebrará antes del fin de semana.

Antes y durante buena parte del Mundial, el director técnico no contemplaba la renovación de su contrato. De hecho, 48 horas antes de la final contra Alemania, su representante, Eugenio López, había dicho que seguramente Sabella buscaría otros desafíos. El desgaste, la presión y la pesada responsabilidad lo desalentaban a empezar otro ciclo en el seleccionado.

Lo que no preveía el DT era la alta valoración que recibiría su trabajo. La AFA lo quiere retener, sus jugadores se identificaron plenamente con su liderazgo y los hinchas, más allá de los gustos futbolísticos, lo reconocen como un conductor capaz, honesto e inteligente. Pendiente también está un aumento económico en su contrato, ya que Sabella estuvo lejos de ser uno de los técnicos mejor remunerados del Mundial. Este aspecto no sería obstáculo para un acuerdo. Sabella medita si podrá cumplir lo que adelantó el viernes: "Para seguir debo estar al 100 por ciento, que es lo que les exijo a los jugadores. No puedo ir en contra de mis principios".

 

Hermético como es, su decisión es motivo de múltiples especulaciones, tanto a favor como en contra de su continuidad. Si muchas veces es difícil descubrir cuál será la formación de su equipo al día siguiente, más lo será tener la certeza sobre su futuro profesional. Sabella siempre se reserva el factor sorpresa. Cuando se fue de Estudiantes, nadie lo esperaba. Un mes antes, en diciembre de 2010, había obtenido el torneo Apertura. Antes, la Copa Libertadores 2009 y un muy meritorio segundo puesto en el Mundial de Clubes en la final ante el Barcelona de Messi. Sin embargo, en enero de 2011, en el comienzo de la pretemporada, se alejó sin explicar nunca los motivos reales, más allá de las frases de ocasión. El misterio nunca se disipó.

Mientras en la AFA confían en que se quedará, el entorno del director técnico no es tan optimista. Sólo la palabra de Sabella pondrá blanco sobre negro. Y para ello hay que esperar algunas horas más.

Entre todos los halagos que en los últimos días recibió Sabella, ayer fue el turno de la Cámara de Diputados de la Nación, cuyo presidente, Julián Domínguez, le entregó el diploma en "reconocimiento al esfuerzo y al trabajo en equipo". En el acto realizado en el Salón de los Pasos Perdidos, el director técnico estuvo acompañado por su ayudante Julián Camino y el preparador físico Pablo Blanco. Sólo faltó su otro ayudante, Claudio Gugnali, que está de vacaciones.

Con música de "Yumba", tango de Osvaldo Pugliese, se proyectó un video que recorrió la vida de Sabella, en el que se hizo hincapié en su condición de peronista sensible a las causas populares. Se recordó su ayuda en la adolescencia para la construcción de paredes en barrios carenciados. Sabella, que nunca ocultó su afinidad política con el kirchnerismo, le dio tanta importancia al reconocimiento como haberlo recibido de uno de los tres poderes del Estado: "Después de 32 años ininterrumpidos de democracia, lo más trascendente es recibir un premio en este lugar. Es una de las distinciones más importantes de mi vida, pero más lo es el ámbito".

Domínguez justificó el reconocimiento al cuerpo técnico que encabezó Sabella en "los valores que reencuentran a los argentinos con la mejor tradición de este pueblo".

Desde el estrado, Sabella dio un discurso que tenía ensayado, con un anclaje histórico que no es nuevo (recordó el camino de humildad y convicciones que dejó Manuel Belgrano) y alguna reinterpretación literaria: "Me permito contradecir a (Antoine de) Saint-Exupéry, que en El Principito dijo que lo esencial es invisible a los ojos. Este seleccionado argentino hizo visible el alma y el espíritu. Por eso se produjo esa conjunción entre la gente y el equipo. Vieron algo distinto".

Cuando se proyectó el video, el único momento en el que se insinuó una ovación entre los presentes en la sala fue cuando apareció la imagen y la voz en off mencionó a Messi. Sabella impostó más su alocución para elogiar a Messi: "Siempre pensamos en construcciones colectivas, que son las más duraderas. Esa idea se hizo carne en el mejor jugador del mundo, que brilló en la primera etapa del Mundial y después se sacrificó por el equipo. Eso es altruismo, es generosidad". Sabella sigue hablando del seleccionado por el espejo retrovisor, no adelanta su próxima maniobra