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Eva Carneiro se une a la lista de víctimas de Mourinho

Decía Jose Manuel Capristano, antiguo vicepresidente del Benfica, que José Mourinho no tolera que nada se interponga en su camino, "que es ganar, ganar y ganar". 

La personalidad del técnico portugués le ha convertido en una de las figuras más polarizantes del fútbol actual, objeto de debates que muy pocas veces admiten tonos grises. La fricción diaria dentro de un clubes y vestuarios ha dejado un rastro de caídos durante su carrera, personas que perdieron su puesto por desavenencias con el entrenador luso. Eva Carneiro, fisio del Chelsea, es la última de una lista que abrió Jesualdo Ferreira y preside Iker Casillas.

Benfica

Su primera oportunidad como entrenador en el fútbol de élite llegó en el año 2000 con el Benfica. El club lisboeta quiso nombrar como su asistente a Jesualdo Ferreira, pero José Mourinho rechazó la imposición. Ya había coincidido con el veterano entrenador en unos cursos de formación que hizo en los ochenta y en un artículo publicado en la revista 'Record Dez' en 2005 dejó clara su opinión del técnico, aunque no llegaba a mencionar su nombre:

"Un entrenador con 30 años de experiencia, otro con tres. El de 30 nunca ha ganado nada, el de tres ha ganado mucho [...]. El de 30 será olvidado cuando su carrera termine, el otro podría terminarla ahora y nunca sería borrado de la historia. Esto podría ser la historia del burro que trabajó 30 años y nunca se convirtió en caballo". Ferreira, por cierto, ganó la Liga portuguesa las siguientes tres temporadas, convirtiéndose en el primer entrenador de la historia en conseguirlo.

Mourinho sólo duró unos meses en el banquillo del Benfica. Ante los rumores de que el nuevo presidente del club quería cambiar de entrenador, lanzó un órdago pidiendo la renovación. En cuanto le fue denegada, presentó su dimisión. "Siempre ha sido un hombre con una personalidad muy fuerte y su alguien se pone en su camino, que es ganar, ganar y ganar, se da la vuelta y se marcha. Y eso es lo que hizo", recordaba Capristano años después.

Chelsea

Neil Frazer. Mourinho despidió en 2005 al preparador físico del Chelsea después de saber que Arjen Robben no se recuperaría a tiempo de una lesión para disputar la final de la Carling ni la eliminatoria de octavos de la Champions contra el Barcelona. En su lugar contrató a Bryan English, médico de la federación británica de atletismo a quien se refirió en alguna ocasión como "El Doctor Agujas". Según se publicó entonces English usaba plasma enriquecido, una técnica a la que hoy se someten muchos deportistas de élite para acelerar la recuperación -Rafa Nadal, Pau Gasol, Kobe Bryant, Leo Messi-.

Andrei Shevchenko. En el verano de 2006, Andrei Shevchenko se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Chelsea. Los 'blues' pagaron más de 30 millones de euros -cifra que superaron con Fernando Torres-, pero en su paso por Stamford Bridge el goleador ucraniano estuvo muy lejos de las expectativas. En enero de 2007, Mourinho le dejó fuera de un partido contra el Wigan y plantó cara públicamente a Roman Abramovich, principal valedor del ariete. "O me apoyas con fichajes o me echas". Fue el mayor exponente de la falta de sintonía entre técnico y propietario durante la primera etapa en el Chelsea. Al inicio de la siguiente temporada, Mourinho dimitió.

Real Madrid

Jorge Valdano. La relación estaba torcida antes de empezar: ya en la presentación del nuevo técnico, el entonces director general del Real Madrid tuvo que dar explicaciones sobre las críticas que había escrito años antes sobre el entrenador portugués en el diario 'Marca'. Representaban dos maneras muy distintas de entender el fútbol y Mourinho está además acostumbrado a tener una cuota de poder mayor -habitual en todos los banquillos de la Premier-. La convivencia fue difícil y muy corta: al final de la primera temporada, Jorge Valdano presentó su renuncia.

Pedro León. El Real Madrid fichó a Pedro León el mismo verano que llegó José Mourinho, pero nunca llegó a entrar en sus planes. Cuando se quedó fuera de la primera convocatoria de Champions, el técnico portugués estalló en rueda de prensa cuando los periodistas le preguntaron por su ausencia. "Habláis de Pedro León y parece que estáis hablando de Zidane o Maradona. Pedro León es un óptimo jugador, pero un jugador que dos días atrás jugaba en el Getafe. Tiene que trabajar para jugar", sentenció. El extremo murciano volvió cedido al Getafe el verano siguiente y con el tiempo fue traspasado al cuadro azulón.

Iker Casillas. Es un caso complejo porque, entre otras muchas cosas, coincide con un notable bajón de rendimiento. Hubo un tiempo, a comienzos de 2011, en que Mourinho pedía el Balón de Oro para el ahora guardameta del Oporto: "Si algún día lo gana un portero, tiene que ser éste [por Casillas, sentado a su izquierda] porque es el mejor", decía al regresar de la gala de aquel año. Poco que ver con lo que dos años más tarde opinaba del entonces capitán del Real Madrid.

A principios de 2013, después de que Iker Casillas sufriera una fractura en la mano, el Real Madrid fichó a Diego López en una operación relámpago. Quien muchos juzgaron como un reemplazo temporal, se afianzó como titular. "No tengo ningún problema personal, ni quiero perjudicar a nadie. Me gusta más Diego porque juega bien con los pies, sale, domina el juego aéreo. Iker es fantástico entre palos, pero me gusta más otro tipo de portero", explicó el portugués, señalando dos debilidades bien conocidas del mostoleño. "Mientras yo sea entrenador del Real Madrid, jugará Diego López".

Pero además de razones deportivas muy claras, aquella rueda de prensa llevaba dardo. "Iker puede decir que le gusta otro entrenador como Del Bosque, otro tipo de perfil como Pellegrini, o un entrenador manejable". Alimentaba así la sensación de enfrentamiento que había crecido esa misma temporada cuando Casillas fue suplente de Adán en Málaga. Un sector del madridismo quiso ver en esa decisión la caza del 'topo' del vestuario que José Mourinho llevaba meses denunciando. Ese apodo despectivo ha acompañado al portero hasta su salida del Real Madrid este verano.

Fuente: Diario El Mundo