Buscar en Google:

Johan Cruyff fue el emblema de la histórica 'Naranja Mecánica'

La Naranja Mecánica, apodo que recibió la histórica selección de Holanda en la década de los 70's, tenía un guía: Johan Cruyff, el titiritero de un conjunto de individualidades que jugaban a otra velocidad, a otro ritmo.

El Flaco era un 10 clásico, pero en Alemania brilló con la número 14. Alto, desgarbado, hábil y goleador. 

Tras brillar en el Ajax, donde ganó 16 títulos, pasó al Barcelona de España y llegó al Mundial de Alemania en su punto máximo: jugó los siete partidos de esa Holanda mágica, pero se quedó con la espina. 

En la final, sufrió la contundencia alemana. La Copa del Mundo fue su cuenta pendiente. 

Cuatro años después se jugó el Mundial de Argentina, pero Holanda vino sin Cruyff. Hubo mcuhas versiones sobre su ausencia, pero fue el propio futbolista el que reveló que no participó por haber sufrido ese año, junto a su familia, un intento de secuestro en Barcelona. 

A partir de eso, agregó, tuvo que moverse durante mucho tiempo con custodia especial. Argentina, finalmente, se quedó con la Copa del Mundo tras vencer a Holanda por 3-1 en tiempo suplementario.