Columna "Mano a Mano" de Juan Luis Hernández Fuertes
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- Publicado: Martes, 23 Mayo 2017 14:55
- Escrito por Redacción
“Jafet Soto dice que su modelo a seguir es JLHF…”
Jafet Soto, tras la celebración del título 26 del “Team”, asegura que seguirá peleando por el C.S. Herediano y haciendo lo que el reglamento le faculte. El gerente general del Herediano, (Jafet), explicó que cuando era jugador su carrera fue marcada por el español Juan Luis Hernández Fuertes, quien se caracterizaba por ser muy polémico; pero esta declaración, aparte de llenar de orgullo al suscrito, amerita varias aclaraciones.
De entrada, afirmar que en la vida, en muchas ocasiones, el alumno supera al maestro con creces y este es el caso de Jafet Soto. Cabe informar que cuando a un futbolista –aun siendo menor de edad- se le da la oportunidad de debutar en la máxima categoría, el entrenador es el responsable de confiar en él, pero lo que no cabe ninguna duda es que no puede jugar por él (el futbolista); en consecuencia, el mérito es para del debutante que por su capacidad se transforma a muy corto plazo en un brillante profesional.
Y después llega una segunda etapa: gerente un club grande. Es cuando tiene a su alcance mostrar sus cualidades. Y sin priorizar, es importante citar que la gestión consiste en contratar jugadores y técnicos, planificar la temporada en aspectos deportivos y extra deportivos, tales como concentraciones, entrenos, sedes, viajes, etc.; luego sigue dar continuidad a un proyecto cuya base se forma a base de identidad con unos colores, en todas las áreas, -dentro y fuera del terreno de juego- y es ahí cuando se nota la mano y la capacidad para el día a día, poniendo en práctica conocimiento, inteligencia, capacidad y experiencia acumulada, sin que falten “las mañas”, con que se juega en los despachos
Y queda lo mejor: “la época de crisis”. Momento idóneo para asumir la problemática, evitando que los problemas de vestuario, dirigenciales o con medios de comunicación, incidan en los marcadores. Es cuando se asume un rol y se actúa, a modo de “esponja”, atrayendo hacia así la atención y liberando a los demás, manteniéndolos controlados, pero a distancia. Esa es la respuesta a una “crisis”, bien resuelta que a la postre tiene su premio. Por ende, nada atribuible a los demás: el mérito es propio. Y resulta más fácil de alcanzarlo cuando los rivales carecen de identidad con el club que les paga; y, en modo alguno lamentarán el fracaso en su casa de habitación, más allá de la pérdida del premio ofrecido. económico. En dos palabras: “amor a unos colores” es un valor agregado que muchos clubes no tienen en cuenta y evidencian nivelen mínimos de compromiso y sentimiento. En suma, los títulos se ganan dentro y fuera de la cancha.