Buscar en Google:

Columna Mano a Mano de Juan Luis Hernández Fuertes

“NADAMIRO"

"¿Qué haces? ¡Nada. Miro!" (Wenceslao Fernández Flórez)

Un personaje típico del novelista gallego Wenceslao Fernández Flórez, tenía por costumbre sentarse en el pretil del puente y ver el agua pasar. Una tarde un forastero llegó al pueblo y preguntó al sujeto de avanzada edad con apariencia de “ausente” ¿Dónde está la plaza?, y la respuesta fue: “No sé”. Insistió el recién llegado: ¿Por dónde se va a la Alcaldía? Y el mismo: “No sé”.

Dan brillo a la sociedad sujetos que se pasan tirándole piedras a la Luna, con la esperanza de alcanzarla. No cejan por más que la distancia sea inalcanzable y no se desaniman. Y así día tras día, semana a semana, un mes y otro, y después de un año otro año. Son, en definitiva, unos soñadores.

Tampoco hay que obviar a los personajes que viven instalados en la anomalía. Que esconden sus bajezas tras puertas, cortinas y ventanas; o simplemente se escudan en normas, reglamentos, libretos o panfletos. El fallecido y querido Profesor, Enrique Tierno Galván, ex Alcalde de Madrid, decía: ¡Qué viva el caos! y murió combatiendo el mismo.

Gentes aseguran que no es bueno circular contravía; o remar contra corriente, sabiendo que tarde o temprano el cauce te arrastrará a la cascada. Pero, muchos lo intentan y desafían troncos, ramas y vericuetos. A final de cuentas el tiempo previene lo que nos va a suceder y nunca es todo a la vez.

“El poder es como un explosivo: o lo manejas con cuidado o estalla” y entonces ¡Cuerpo a tierra y sálvese el que pueda!. Sin embargo, los inagotables al desánimo se rebelan: “Dónde llegues, haz lo que vieres y atácalo en el mismo escenario…”, adagio de sabias palabras.

Mafalda le decía a su idealista amigo Felipe: “Es increíble que se gaste más dinero en investigar sobre armas nucleares que en educación; o se pierda tiempo en explorar otros planetas (esto no lo dijo Mafalda, ni Felipe) y no se le dé importancia a la hambruna”. Y acotaba Mafalda: “Pobre Felipe, no se da cuenta que este mundo es este mundo”.

El Circo de los Hermanos Gasca transita por caminos, calles, pueblos, ciudades y países. Lleva alegría y diversión por donde va. Bajo su carpa no falta nada, viajan personajes que viven, sufren y en la pista se transforman. El payaso llora por dentro y, no obstante hace reír. Cierto día un empresario pícaro y oportunista, quiso plagiar y enriquecerse con otro circo y… “le crecieron los enanos”.

Hace años los esfuerzos por salvar una ballena extraviada en el Támesis fueron vanos. Rumbo al estuario la marea baja sorprendió al cetáceo. Nunca habían visto nada igual en el barrio londinense de Battersea. Un experto en vida silvestre, Terry Nutkins, criticó a quienes trataban de rescatarla: “Déjenla en paz. Van a desorientarla más. El animal necesita espacio. El ruido le molesta…". La ballena, incapaz de encontrar por sí misma el camino de regreso al mar, murió, herida, agotada y perdida. O, tal vez presionada.

Volviendo al terruño... Le siguieron preguntando al lugareño; y él respondiendo lo mismo. Hasta que el desconcertado visitante se enojó: “Oiga usted no sabe nada…”, a lo que respondió sin inmutarse: “Sí, es verdad… Pero al menos no estoy perdido”.

Al anciano le llamaban “Nadamiro”.

Moraleja: “Mientras dejas correr el agua bajo el puente, analiza a las personas que te merodean”

Para: Everardoherrera.com

Facebook: .- “Mano a Mano”