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Columna 'Mano a Mano' de Juan Luis Hernández Fuertes

“LA FISCALA” 

“Son cortinas de humo” (María Marta Rojas. LIFUPLA)


Tras 80 días de gastar tiempo, no en zopilotes sino en denunciar ante los órganos competentes (deportivos y judiciales) acciones incorrectas, con millones del dinero público de por medio; pareciera que se logró el objetivo deseado: desnudar a quienes en lugar de cumplir con sus obligaciones, lo que hacen es servirse del puesto asignado. En todo caso, la situación de LIFUPLA presenta un horizonte más que oscuro. 

En los estrados judiciales, tuvo que llegar una Fiscala para poner orden en “el cementazo” y a cada uno en su sitio y a otros tras las rejas. En Lifupla, también tendrá que llegar “alguien” (no importa si hombre o mujer) para dejar las cosas claras, poner los puntos sobre las íes y a varios en el sitio que se merecen, o sea en la calle o en los estrados judiciales. De momento, en ello se está y las conclusiones tardarán poco en llegar. Mientras tanto, hagamos uso de la memoria. 

La tal fiscala –hablamos de futbol playa, no del Gobierno- formaba parte de la más triste situación por la que ha vivido el Futbol Playa: exclusión de la Fedefutbol. Las causas fueron muchas, pero ella ahí cerca estaba… 

Cuando la final entre el C.S. Herediano y Liberia Mía se produjo una decisión del Comité de Disciplina, autentica bofetada para el fútbol, ya que ésta se dictó sin tiempo para que el rival (equipo afectado) pudiera ejercer defensa alguna, quedando de esa forma en estado de indefensión y perdiendo el título. El “futbol de despacho” ganó un campeonato y ella – supuestamente- merodeaba por ahí. Luego fueron “destituidos” todos los miembros de ese Comité de la Unafut. 

La Unafut en una decisión sin precedentes, hizo sacados de una sesión al Comité Director y no les permitió regresar a la sala de sesiones. 

Razones que motivaron esa decisión de los clubes fueron muchas y “ella” formaba parte de los que hicieron echados. Ya eran ¡tres! Ahora está en LIFUPLA. Esperemos 30 días y veamos las resoluciones. De todas formas, en tanto eso sucede, un día de estos publicaremos los correos electrónicos y documentos que escriben los funcionarios públicos, utilizando el tiempo de su jornada laboral; o sea, los recursos públicos. Es obvio que son acciones identificadas en las leyes vigentes. 

Es de imaginar que tras esta “perorata”, se echen más cortinas de humo. O quizás la Aresep o el ITC tengan interés en conocer ¿por qué el cielo está negruzco?, si nadie en la calle anda quemando llantas.