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Una ciudad italiana multa con 400 euros a quien no lleve mascarilla por las calles

25 ENFERMERAS HAN MUERTO EN ITALIA

Este domingo es el primer día en el que los 10 millones de habitantes de Lombardía, la región italiana más afectada por la pandemia del coronavirus, están obligados a utilizar una mascarilla o, al menos una bufanda, para cubrirse la nariz y la boca cada vez que salgan de casa. Esta nueva medida estará en vigor en principio hasta el 13 de abril y contempla una multa de 400 euros a quien no la cumpla.

Se trata de una ordenanza impulsada por el presidente regional, Attilio Fontana, que tomó esta decisión después de ver las disposiciones adoptadas en otros países golpeados por la pandemia, según explicó. «Las mascarillas resuelven el problema al 100% y un pañuelo al 30-40%, pero es mejor que nada», comentó en Radio Padania. En China y Corea del Sur, entre otras naciones, se obligó a la población a utilizar estos dispositivos desde el primer momento para tratar de evitar los contagios por coronavirus.

La decisión adoptada por el gobierno regional lombardo ha levantado críticas en Italia, donde las autoridades médicas y políticas aún no se ponen de acuerdo en si hay o no que ponerse mascarilla para salir a la calle. Angelo Borrelli, jefe de la Protección Civil y comisario especial para esta crisis, aseguró que es importante llevarla «cuando no se respetan las distancias de seguridad», pero que él no se la pone porque tiene en cuenta esa recomendación.

En la misma línea se mostró Franco Locatelli, presidente del Consejo Superior de la Sanidad y miembro del grupo de expertos que asesoran al Gobierno italiana en esta crisis. «Sabemos que las mascarillas son útiles para prevenir el contagio de quien está infectado, pero la medida fundamental es el respeto de la distancia social», comentó Locatelli.

Beppe Sala, alcalde de Milán, reconoció que a los ciudadanos les «desorientan» estas indicaciones diversas, aunque pidió a los milaneses que cumplan con la nueva ordenanza invitando a los responsables sanitarios a aumentar la distribución de mascarillas. Éstas se han convertido en objetos muy difíciles de encontrar en las farmacias y, cuando se pueden comprar, tienen precios desorbitados. Para aumentar la oferta en el mercado las autoridades lombardas han impulsado la fabricación local de estos dispositivos con el visto bueno del Instituto Superior de la Sanidad.

Fabrizio Pregliasco, virólogo de la Universidad de Milán, aseguró que es «correcto» salir de casa con una mascarilla, pues en Lombardía «por precaución todos deberíamos considerarnos positivos a la Covid-19». Al utilizar esta protección se refuerza además «el mensaje de distanciamiento social, lo que es importante para que el virus no vuelva a correr». Massimo Galli, responsable del departamento de Enfermedades Infecciosas del hospital Sacco de Milán, advirtió por su parte de que en esta región del norte del país «el número de personas que se han contagiado es cinco o diez veces superior» a lo que dicen los datos oficiales.

En Lombardía se concentran 49.000 de los casi 125.000 contagiados de coronavirus registrados en Italia, de los que cerca de 21.000 se han curado y más de 15.000 han fallecido. La enfermedad sigue en una fase de estabilización, aunque ayer ofreció dos datos esperanzadores: el número de muertos fue el más reducido de los últimos diez días y, por primera vez desde que se desató la pandemia, bajó el número de pacientes ingresados en las UCIs de los hospitales.

enfermeras muertas

25 enfermeras del servicio nacional de salud murieron de coronavirus . El número de personas infectadas alcanzó los 5.500, 1.500 más que los últimos datos de hace seis días. Esto fue anunciado por la Federación Nacional de Órdenes de Profesiones de Enfermería (Fnopi) indicando que las enfermeras son la categoría de salud con el mayor número de casos positivos : 52% de todos los operadores.

Tonino Aceti, portavoz de Fnopi, dijo: "En comparación con la edad promedio de los trabajadores de la salud infectados, la de las enfermeras es la más baja. Las enfermeras son las profesionales que permanecen más cerca del paciente, necesariamente las 24 horas del día, con turnos inclusos 12 horas cada una, lo que aumenta las posibilidades de contagio. Están pagando un precio muy alto ".

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