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Rusia toma nuevas medidas para frenar al coronavirus

El virus SARS-CoV2 ya se está colando en Rusia. Aunque sus cifras oficiales siguen siendo menores a las de otros países europeos, el Kremlin y el ayuntamiento de Moscú, donde se registran la mayoría de los casos de infectados por coronavirus, prefieren curarse en salud. A medida que la pandemia da signos de aceleración, las autoridades rusas han empezado a tomar medidas drásticas.

El alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, anunció este jueves nuevas medidas para frenar la expansión de esta enfermedad infecciosa. ”Se suspende de forma temporal el funcionamiento de las tiendas, con la excepción de las farmacias, de las tiendas de alimentación y de las tiendas de productos no alimenticios pero de primera necesidad”, ordenó el regidor de esta ciudad de 12,5 millones de habitantes.

El jueves Rusia registró 182 nuevas infecciones por coronavirus, el mayor incremento en un día, que colocan el número de afectados en 840. Hasta el momento han fallecido tres personas.

Los restaurantes, cafés y bares, los food court y las tiendas de ropa de los centros comerciales cerrarán sus puertas. Que aún estuvieran abiertos parecía fuera de lugar en medio de una pandemia que no tiene fronteras.

Por orden del ayuntamiento, tampoco estarán en funcionamiento los lugares donde se prestan servicios que requieran la presencia de personal. En esa categoría entran tiendas pequeñas como copisterías, lavanderías y peluquerías.

Se cerrarán también los parques, en una medida impensable en una ciudad con grandes espacios verdes. Lugares emblemáticos de la ciudad, como la VDNKh, el Parque Gorky, Tsarítsino, Kolómenskoye, el novísimo parque Zariadie, Sokólniki o Kuskovo, se quedarán extrañamente desiertos.

Son restricciones “sin precedentes en la historia moderna de Moscú”, reconoció Sobianin. Crearán inconvenientes en la vida de cada persona, “pero, créanme, son absolutamente necesarias para frenar la propagación de la infección por coronavirus y reducir el número de casos”, aseguró.

El jefe del Gobierno de Moscú recordó que estas medidas son temporales y que se aplicarán desde este sábado, 28 de marzo, hasta el 5 de abril.

Este es el periodo que fijó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el miércoles, cuando ordenó que todo el país cese de trabajar durante ese tiempo para aguantar el golpe del coronavirus.

Sobianin recordó a los moscovitas que ese periodo “no es una semana de vacaciones”, sino “una semana sin trabajo”. Mensaje claro dirigido a quienes piensen moverse por el país. El alcalde también recomendó a los creyentes que se abstengan de asistir a los templos.

Y pidió a los ciudadanos de otras regiones que no viajen a la capital. “Muchos querrán venir a Moscú estos días para divertirse. ¡Pero en Moscú estos días no habrá nada que hacer! Mejor quedarse en casa”, dijo contundente en su mensaje. Y anunció que habrá más medidas restrictivas para aplicar desde el próximo fin de semana.

El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, ha ordenado al resto de gobernadores de las regiones rusas que tomen medidas parecidas a las adoptadas en Moscú para frenar el coronavirus. Desde Sochi, una de las ciudades más turísticas de Rusia, en el mar Negro, su alcalde, Alexéi Kopaigorodski, ha pedido a sus compatriotas que durante la próxima semana se abstengan de visitarles.

El del miércoles fue el primer mensaje de Vladímir Putin a todo el país en relación con la presente crisis sanitaria. Lo hizo un día después de visitar junto a Sobianin el hospital donde ingresan los pacientes afectados por esta enfermedad, en Kommunarka, a las afueras de Moscú. Allí los profesionales que luchan con la enfermedad le explicaron cuál es la situación y, además de Sobianin, le comunicaron que las cifras oficiales “no muestran el cuadro real de la situación”, ya que las cifras reales son muchas más.

”Debido a su situación geográfica, Rusia no puede evitar la amenaza. Hay países cerca de nuestras fronteras que ya están seriamente afectados y es imposible bloquear completamente su entrada”, dijo Putin. “Para todos, la tarea es minimizar los riesgos de propagación de la enfermedad”, añadió.

La principal medida que adoptó el jefe del Kremlin fue ordenar el cese del trabajo en todo el país declarando “semana no laborable” los nueve días que van del 28 de marzo al 5 de abril.

En la misma alocución, Putin anunció el aplazamiento de la votación ciudadana con la que el próximo 22 de abril estaba previsto aprobar la reforma de la Constitución Rusa, que incluye una medida para poner a cero el número de mandatos que él ha estado en el poder.

De esa forma, el actual inquilino del Kremlin podrá saltarse el límite de dos mandatos que fija el actual texto constitucional y que para Putin llegará en 2024. Eventualmente, podrá permanecer en el poder hasta el año 2036, cuando tenga 83 años.

”Ustedes saben lo serio que este tema es para mí. Les pido que vayan a votar, pero la prioridad absoluta es la salud de las personas, por eso considero que tenemos que aplazar la votación hasta evaluar cómo se está desarrollando la situación”, argumentó. Por este motivo, no fijó una nueva fecha para la consulta.

Desde este jueves en Moscú, por orden de Sobianin, y en la Provincia de Moscú, por la de su gobernador, Andréi Vorobiov, las personas mayores de 65 años tienen que quedarse en sus casas, en un confinamiento que durará hasta el 14 de abril. No podrán salir a comprar, y para ayudarles se ha puesto en marcha un servicio de voluntarios con los que pueden contactar por teléfono o a través de internet.

También están obligados a guardar autoaislamiento las personas que han entrado en Rusia procedentes del extranjero.

A partir del viernes, Rusia también se aísla más del exterior. Por orden del Gobierno, quedarán suspendidos todos los vuelos internacionales, regulares o charter, a excepción de aquellos para repatriar a los ciudadanos rusos que han quedado atrapados por esta crisis en el exterior, así como los que autorice expresamente el Ejecutivo.

Rusia ya había restringido la conexión aérea con el exterior, pero mantenía los vuelos regulares con capitales de otros países o grandes ciudades como Nueva York. Los vuelos internos siguen funcionando.