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Los errores de Italia y España para superar los muertos de China

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España superó esta semana a China en muertos confirmados por coronavirus. 4.089 fallecidos, según los datos a 26 de marzo facilitados por el ministerio de Sanidad, frente a los 3.245 de China, que desde hace varios días además no registra ningún contagio local. 

España sigue así la estela de Italia, el país que ocupa la primera posición en Europa en cuanto a contagiados y fallecidos por coronavirus.

A medida que avanza la pandemia de coronavirus en todo el mundo, donde ya se han producido más de 413.467 contagiados y 18.433 muertos, según la OMS, se aprecian con más claridad las divergencias en las reacciones ante la crisis. Y esta es la clave de por qué siendo China el epicentro de la pandemia ha conseguido frenar un corto plazo de tiempo los contagios y las muertes. ¿Qué han hecho mal España e Italia? ¿Por qué tantas muertes en ambos países? ¿Cómo ha conseguido China parar la epidemia? Aunque hay que tener en cuenta el régimen dictatorial de China y la poca claridad en la información que transmite, la cual hay que coger con especial cuidado, sus medidas han llevado al país asiático a frenar el virus.

Y aunque en Italia el número de contagios empieza a descender, la cifra de muertos sigue creciendo, mientras que en España, la pandemia continúa agravándose. Las autoridades nacionales y regionales luchan por controlar la extensión del virus y por lograr con urgencia los suministros médicos necesarios. El portavoz de Sanidad para la pandemia, Fernando Simón, aseguraba que el sistema hospitalario español está "sobrecargado" y esta situación "seguirá creciendo" hasta que el nivel de nuevos positivos se reduzca. ¿Cuándo llegará ese momento? ¿Por qué España e Italia no siguen el ejemplo de China? ¿Cuáles han sido sus errores?

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MEDIDAS TARDÍAS FRENTE A MEDIDAS RÁPIDAS

Hace 77 días, sólo se hablaba de confinamiento en un país del mundo: China. El 23 de enero el Gobierno chino tomaban la decisión de confinar a los 11 millones de ciudadanos de la ciudad de Wuhan, el epicentro del brote. Días después a toda la provincia de Hubei (56 millones de personas), mientras que en otras zonas del país asiático se imponían medidas de distanciamiento social. El día que se impuso el confinamiento total en Wuhan, la ciudad había registrado 17 muertos y 571 contagios confirmados.

Su confinamiento lo cerró todo, desde el transporte a todas las actividades que no fueran servicios de primera necesidad. Nadie podía salir de su casa y el que salía era controlado por las autoridades. El brote de Wuhan, según la información de China, comenzaba por unos pocos pacientes que se relacionan en un mercado de marisco de Wuhan. Todavía no está claro que el origen sea exactamente éste y hay muchas dudas al respecto. El 1 de enero de 2020 se cierra el mercado, el 7 de enero se identifica el nuevo virus, el 23 de enero se confina la ciudad de Wuhan. El Gobierno chino cerraba la red de transportes, suspendiendo autobuses, metros, ferries y transportes de pasajeros de larga distancias. La terminal de salidas del aeropuerto y de las estaciones de tren también. Se activaron las directrices más estrictas posibles.

En Italia, aunque fue el primer país en activar medidas tan drásticas como en China. Sin embargo, entre las medidas que activó el Gobierno de Giuseppe Conte para luchar contra el coronavirus se establecía el confinamiento de toda Italia -establecido el 9 de marzo; el norte desde el 22 de febrero-, se permitía salir a hacer deporte, salir con los niños,las actividades productivas continuaron... Los contagios seguían aumentando, pese a las medidas alcanzadas, hasta que el 21 de marzo, Conte tomaba medidas más drásticas: ordenaba el cierre de todas las actividades, incluidas las fábricas, excepto las que suministran servicios básicos, y las medidas de confinamiento se volvían más estrictas. Desde el lunes la curva de contagios, aunque sigue habiendo, está bajando.

El 13 de marzo equipo de expertos del gobierno chino llegó a Italia, seis después de su llegada, el responsable del equipo, Yang Huichuan, advertía en una comparecencia que había demasiada gente en la calle, que el transporte público tenía que cerrarse, que no se había restringido la circulación de vehículos y que no se había parado toda la actividad económica. Dos días después Conte incrementaba las medidas.

En España, y pese a que el Ministerio de Sanidad ha situado en la última semana de febrero el contagio "importante" del coronavirus en algunos territorios de España, en concreto, en la Comunidad de Madrid, no se tomó ninguna medida hasta el 14 de marzo, cuando el presidente del Gobierno declaro el estado de alarma por el coronavirus. El estado de alarma declarado, y ampliado otros 15 días más tras ser aprobado por el Congreso este miércoles, incluía el confinamiento en casa, excepto para trabajadores que tengan que acudir a su empresa, para sacar al perro, para cuidar a una persona dependiente o para comprar, entre otros casos. Se cerraban los colegios, aunque algunas comunidades ya los habían cerrado días antes; se cerraban los comercios que no fueran de alimentación, los bares, los restaurantes...

De hecho, los ciudadanos chinos residentes en España al ver que no se tomaban medidas de confinamiento cuando China ya estaba advirtiendo al mundo del peligro del virus y grupos de expertos chinos avisaban de que las cosas no se estaban haciendo bien. Se confinaron ellos mismos en casa, cerraron sus comercios y pidieron medidas al Ejecutivo español.

LAS DURAS MEDIDAS DE CHINA

Si algo ha frenado la pandemia de coronavirus en China ha sido sus medidas draconianas para contener los contagios. Este martes, Bruce Aylward, jefe de la misión de expertos de la OMS y China, aseguraba que "se han prevenido miles de casos en China gracias a la intervención agresiva, gracias a encontrar los casos, aislarlos y restringir sus movimientos".

Y aquí está otra de las claves del frenazo logrado por China, la capacidad del país asiático para frenar los contagios de las personas asintomáticas. Según un estudio publicado en Science, una de las causas de la propagación del coronavirus son los contagios incontrolables, los que no se han diagnosticado, los de las personas que sólo experimentan síntomas leves o ni siquiera experimentan síntomas.

Cuantos más infectados sin documentar, más propagación, y esto es lo que ha podido ocurrir en España, donde pese a que el Gobierno anunció la semana pasada que los test rápidos para diagnosticar el coronavirus llegarían a finales de dicha semana, a día de hoy todavía no están llegando a los centros hospitalarios en la cantidad que se debería.

De hecho, son muchas las personas que permanecen en casa con síntomas a los que no se les puede realizar el test, personas que hasta hace dos semanas hacían su vida normal, socializaban normalmente, etc.

Y lo mismo ocurre con el material sanitario. Mientras es China ahora la que envía ayuda a España e Italia para protegerse del coronavirus y hacerle frente, en los dos países europeos sigue habiendo una grave escasez del material sanitario necesario para luchar contra el Covid-19. Falta de mascarillas, respirados, test rápidos, guantes, trajes de protección...

LA FALTA DE PREVISIÓN

Aunque España tenía el ejemplo de China y de Italia, un país más cercano para nosotros, uno de los mayores errores fue pensar que el coronavirus no llegaría. En los días previos a la declaración del estado de alarma, el portavoz del Ministerio de Sanidad en esta crisis, Fernando Simón, aseguraba a los ciudadanos que "España solo tendrá un puñado de casos" o que "los datos seguían recomendando el nivel de contención".

El 19 de febrero, 2.500 seguidores del Valencia C. F se mezclaron con 40.000 simpatizantes de Atalanta para un partido de la Liga de Campeones en Bérgamo. En España, los jugadores, aficionados y periodistas deportivos que cubrieron aquel partido fueron algunos de los primeros en enfermarse en Epaña. El 8 de marzo, cuando las cifras en Italia alertaban cada vez más, el Gobierno permitía las manifestaciones por el Día de la Mujer, mientras que los ciudadanos seguían realizando su vida con total normalidad. Tres días después, unos 3.000 seguidores del Atlético de Madrid volaron juntos para otro partido de la Liga de Campeones en Liverpool, informa The Guardian. Hubo decenas de eventos previos a que la crisis del coronavirus estallara en España: 8-M, partidos de fútbol, mitines de partidos políticos...

Datos que reflejan que hubo falta de previsión y que se reaccionó demasiado tarde pese a que en Italia los casos se iban multiplicando. El coronavirus llegó a España sin el país estuviera preparado, sin equipos esenciales, sin respiradores, sin ropa protectora... China ha pasado de ser un villano a un salvador, a medida que los equipos y las pruebas llegan a España.

LAS EXPLICACIONES DE ESPAÑA

Según ha explicado el ministro de Sanidad en una comparecencia en el Congreso, Salvador Illa, no fue hasta el 11 de marzo cuando la Organización Mundial de la Salud reconoció el coronavirus como una pandemia. Desde el mismo 7 de enero, una semana después de que China informara de la aparición del virus, "el Ministerio de Sanidad informó a las Comunidades Autónomas. Posteriormente, se realizó el primer protocolo de actuación para los primeros casos que fue publicado en la web del ministerio el 23 de enero. Además, se puso en marchá un Comité de Seguimiento del coronavirus con el que nos adelantamos al Comité de la OMS. Por ello, cuando la OMS lo declaró una alerta sanitaria a nivel mundial, el 30 de enero, España ya tenía los pasos a seguir.

El primer caso en España se registró el 31 de enero en la Gomera, "que puso en evidencia el buen funcionamiento de las medidas planteadas por el Comité". Illa ha asegurado que "todas las medidas se fueron actualizando" y que "la colaboración con las CCAA ha sido uno de los puntos claves".

En su comparecencia, Illa ha recordado que "el 4 de febrero se aprobó el Comité de Coordinación Interminesterial, y ese mismo día, convoque el Consejo Interterritorial de Salud, en que se analizó con las CCAA de toda la información que teníamos". Según el ministro hubo dos puntos claves, "el primero, que se estaban tomando las medidas adecuadas y, el segundo, que había que hacer un seguimiento constante del coronavirus".

"La situación internacional dio un giro a finales de febrero. Hasta el 21 de febrero Italia había comunicado tres casos, una semana después eran más de 1.000. Por ello, el día 24 se incluyó en los países de riesgo a Italia y otros tres países más. El día 25 se amplío la información y se redifinieron los casos. A fecha 3 de marzo, el número de positivos en España ascendía a 149. Siguiendo en todo momento la opinión de los expertos, se mantuvo al país en la fase de contención acordado con las CCAA", ha informado Illa.

24 HORAS HASTA APLICAR EL ESTADO DE ALARMA

Los Gobiernos de España e Italia cometieron el mismo error: anunciaron los estados de alarma y las medidas que supondrían y tardaron varias horas en aplicarlas, lo que hizo que buena parte de la población se dispersara por distintos puntos de los dos países extendiendo los contagios. Algo que no ocurrió en Wuhan ni en Hubei, donde las medidas se aplicaron inmediatamente una vez fueron anunciadas.

Además, en España las decisiones de algunos gobiernos regionales de cerrar las escuelas, días antes de que el el Gobierno hiciera lo mismo a nivel nacional, convirtió determinadas ciudades en días festivos. Niños en los parques, familias en las terrazas, muchos ciudadanos acudiendo en masa a comprar... Ahora, España se ha convertido en el reflejo de Italia. Los titulares de haces dos semanas en la prensa italiana son los titulares de hoy en España.

Fuente: Diario El Mundo / España