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Personas que delataron al Chapo para reducir sus sentencias

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Gente que en algún momento estuvieron relacionados con el Chapo Guzmán se transformaron en sus enemigos. Convertirse ser un “soplón” de la justicia estadounidense es altamente recompensado: los delatores logran la reducción de su condena para recobrar la ansiada libertad.

Se trata de un método bastante común en la Unión Americana en donde los delincuentes de alta peligrosidad tienen la posibilidad de negociar con las autoridades para obtener beneficios.

Este sería el caso de Jesús “El Rey” Zambada (hermano del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo “Zambada), Lucero Guadalupe Sánchez López mejor conocida como la “chapodiputada” y del colombiano Jorge Milton Cifuentes Villa; quienes de acuerdo con el sitio oficial de la Oficina Federal de Prisión (FBP, por sus siglas en inglés), ya no se encuentran en custodia en algunas de las prisiones de Estados Unidos. Así lo destaca una nota presentada en Infobae.com. 

Sin embargo, un funcionario del Departamento de Justicia de los Estados Unidos le aseguró a Jesús Esquivel, reportero de Proceso, que no fueron puestos en libertad.

“Para quedar libres la orden tendría que venir de un juez federal y de nadie más”, explicó. Incluso, aseguró que “los tres o están bajo la custodia de los US Marshalls (alguaciles federales) o en el programa de testigos protegidos”.

Sus testimonios fueron clave en el juicio que se le realizó a Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien fue condenado a cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos.

Infobae México realizó un recuento de los “soplones del narco” que han colaborado con la justicia estadounidense.

“El Rey” Zambada

Reynaldo Zambada García, alias “El Rey. Era uno de los principales líderes del Cártel del Pacífico.

En noviembre de 2018, Jesús “El Rey” Zambada, identificado como ex jefe de operaciones del Cártel de Sinaloa y hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, testificó bajo juramento en el juicio en contra de Joaquín “El Chapo" Guzmán, que a comienzos de la década del 2000 –durante el Gobierno de Vicente Fox– personalmente gastó 300,000 dólares (USD) al mes sobornando a militares y funcionarios de México.

“El Rey” Zambada aseguró que el dinero fue a parar a manos de funcionarios a nivel estatal y federal, así como para la policía internacional, la Interpol, para dar protección y dejar pasar los cargamentos de droga por parte de “El Chapo” Guzmán y “El Mayo” Zambada.

El hermano de “El Mayo", aseguró que él entregó tres millones de dólares a funcionarios del Gobierno de Fox, a través del entonces, titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Genaro García Luna, para que se nombrara a Norberto Vigueras Beltrán como jefe regional de la AFI en Culiacán, Sinaloa, quien ya estaba “comprado”.

El caso se remite a enero de 2001, cuando Joaquín Guzmán escapó del penal de Puente Grande, en Jalisco. Desde ese entonces, se hicieron señalamientos en contra del gobierno de Fox que aludían a complicidades para permitir la fuga. Fox Quesada negó todas las acusaciones.

El testimonio de Zambada sirvió al Departamento de Justicia no solamente para persuadir al jurado de condenar a Guzmán Loera, sino que a partir de sus declaraciones se desprendió la investigación por la cual se detuvo a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, quien actualmente se encuentra preso en el Centro de Detención metropolitana de Brooklyn, acusado de haber recibido millones de dólares como sobornos provenientes del Cártel de Sinaloa.

Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”

El hijo de “El Mayo” Zambada fue detenido el 19 de marzo de 2009 en las Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México y casi un año después (en febrero de 2010) fue extraditado a los Estados Unidos, acusado de delitos relacionados con el narcotráfico.

El gobierno de aquel país solicitaba la cadena perpetua para el acusado, pero “El Vicentillo” supo negociar: ofreció detalles y nombres de los principales narcotraficantes mexicanos, a cambio de una reducción de su condena.

Durante meses, Zambada Niebla habló con las autoridades estadounidenses en un total de más de 100 interrogatorios. Su cooperación permitió emitir solicitudes de intervenciones telefónicas y otras acciones policiales.

El hijo de “El Mayo” se convirtió en uno de los testigos clave en el juicio en contra de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en donde dio detalles de los crímenes cometidos por el que fuera líder del Cártel de Sinaloa, su escape del penal de Puente Grande escondido en un carrito de lavandería, así como los sobornos millonarios que la organización criminal dio a funcionarios mexicanos.

Días antes de que comenzara el llamado “juicio del siglo”, Zambada Niebla se declaró culpable de dos delitos de conspiración e importación y distribución de miles de kilos de cocaína en Estados Unidos, usando todo tipo de vehículos, desde submarinos hasta aviones jumbo.

Foto: REUTERS/Jane Rosenberg

Luego de sus testimonios y de permanecer 10 años en una cárcel de máxima seguridad en la unión americana, el pasado mes de mayo “El Vicentillo” fue sentenciado a 15 años de prisión, pero sólo cumplirá dos o tres años de esa condena, pues se le descontará el tiempo que ya ha estado encarcelado.

La Fiscalía consideró que sus declaraciones fueron de “una ayuda inestimable” para acusar y detener a “docenas de altos mandos y centenares de asociados” del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.

Entre los casos en los que ayudó no sólo están el del “Chapo”, sino también a la redacción de la acusación contra Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, socio principal de Guzmán Loera y sentenciado a cadena perpetua en una corte de Virginia.

De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, Vicente Zambada Niebla, le reveló la forma en la que operaba la Policía Federal, que dependía de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular era García Luna.

Según lo relatado por “El Vicentillo” y que quedó plasmado en el libro “El Traidor”, Genaro García Luna convirtió a muchos de los policías federales en gatilleros al servicio de “El Mayo” y “El Chapo”. Pero también comenzaron a comprarle droga, por lo que los uniformados se convirtieron en traficantes e incluso secuestradores.

“La Barbie”

Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie” (Foto: AP)

Edgar Valdez Villarreal fue jefe de sicarios del Cártel de Sinaloa, así como un alto mando del cártel de los hermanos Beltrán Leyva. Nació en Laredo Texas (también tiene la nacionalidad mexicana) y desde muy joven se unió al cartel de “El Chapo” Guzmán, donde sobresalió por su capacidad para negociar y corromper a las autoridades.

Fue detenido el 30 de agosto de 2010 cerca de Ciudad de México y cinco años más tarde fue extraditado a Estados Unidos en donde el gobierno lo acusó de haber inundado las ciudades de Memphis y Atlanta con 12 toneladas de cocaína en sólo dos años.

Antes de ser enviado a la unión americana, en el año 2012, “La Barbie” envió una carta al diario mexicano Reforma en la que acusó a Felipe Calderón y a su ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, de tener vínculos y recibir dinero del narcotráfico.

“La Barbie” denunció a Calderón Hinojosa por perseguirlo políticamente, debido a que, aseguró, se negó a ser parte del trato que el ex mandatario quería hacer con los grupos de delincuencia organizada.

En la misiva, el narcotraficante aseguró que Calderón Hinojosa realizó varias juntas personalmente para tener pláticas con grupos de delincuencia organizada, con personajes como Heriberto Lazcano, Miguel Ángel Treviño, Arturo Beltrán Leyva y “El Chapo” Guzmán.

Una vez en Estados Unidos, la Fiscalía solicitó una condena de 55 años por sus crímenes, pero “La Barbie” negoció su condena al colaborar dando información sensible que llevó a descifrar la disputa entre los capos mexicanos. Incluso, se habló de la posibilidad de ser testigo en el juicio en contra de Joaquín “El Chapo” Guzmán, pero esto no sucedió.

En enero de 2016 “La Barbie” se declaró culpable de los delitos de tráfico de cocaína y lavado de dinero y logró que la Fiscalía le tuviera piedad al considerar que la condena solicitada no era necesaria debido a que consideró, que una vez que saliera de prisión, el acusado sería “incapaz de volver a hacer daño”. Al final le redujeron su condena en 6 años, por lo que pasará en la cárcel 49 años y un mes.

Sergio Villarreal Barragán

Sergio Villarreal Barragán alias “El Grande”, era lugarteniente del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva. (Foto: Reuters)

Sergio Villarreal Barragán alias “El Grande”, era un poderoso lugarteniente del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva cuando fue detenido en septiembre de 2010 en Puebla por elementos de la Marina. Estaba considerado por las autoridades como uno de los jefes sicarios del extinto capo Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, por lo que se encontraba al mismo nivel que Edgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, cuando ambos trabajaban para el también llamado “Jefe de Jefes”.

Sin embargo, tras la muerte de Arturo Beltrán y la escisión del Cártel de los Beltrán Leyva se convirtió en el principal enemigo de “La Barbie”, por considerar que fue el propio Valdez Villarreal quien aportó los datos que permitieron a la Secretaría de Marina montar el operativo que desembocó en su muerte el 16 de diciembre del 2009 en Cuernavaca, Morelos.

Luego de ser capturado, VIllarreal Barragán fue extraditado a los Estados Unidos en donde se convirtió en testigo protegido, a cambio de que se le redujera su condena.

“El Grande” detalló las operaciones de los cárteles mexicanos y rindió su testimonio durante el juicio que se desarrolló en la Corte de Distrito Norte de Chicago, Illinois en contra del ex comandante de la Policía Federal, Iván Reyes Arzate, arrestado por las autoridades de Estados Unidos en abril de 2017 acusado de colaborar con el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva.

De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, quien tuvo acceso a las declaraciones de “El Grande”, el narcotraficante reveló que Genaro García Luna y su “compadre” Luis Cárdenas Palomino, colaboraban para el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva cuando ambos estaban en la Secretaría de Seguridad Pública Federal durante el sexenio de Felipe Calderón.

Describió los encuentros entre Luis Cárdenas Palomino con Arturo Beltrán Leyva, cuando el primero era Coordinador de la División de Seguridad Regional de la SSP y García Luna era el Secretario.

En el juicio en contra de Iván Reyes Arzate, Sergio Villarreal Barragán aseguró que también conocía a Ramón Pequeño García, quien también formaba parte del equipo más cercano de García Luna desde la Agencia Federal de Investigaciones en el sexenio de Vicente Fox. Sin embargo, Anabel Hernández no dio a conocer más información al respecto.

De acuerdo con versiones periodísticas, “El Grande” fue puesto en libertad hace unos días.

Pedro y Margarito Flores

Los mellizos Pedro y Margarito Flores fueron testigos clave en el juicio en contra de Joaquín

Los mellizos nacieron en Estados Unidos y se criaron en La Villita, el barrio mexicano más grande de Chicago. De acuerdo con el diario Chicago Tribune, ambos estuvieron en contacto con el mundo de las drogas desde niños, ya que su padre era traficante en la década de los 90.

En 2005, conocieron en persona a Joaquín “El Chapo” Guzmán en una de las guaridas del capo en las montañas de Sinaloa, donde llegaron a un acuerdo que le llevaría millones de dólares al Cártel de Sinaloa.

Desde sus cuarteles en Chicago ( lugar que fue apodado como la “pequeña Sinaloa”) llegaron a mover hasta 2.000 kilogramos de cocaína al mes en distintas ciudades de Estados Unidos .

Documentos de la DEA citados por medios norteamericanos indican que de 2005 a 2008 los Flores recibieron al menos 38 toneladas de cocaína, lo cual generó hasta 800 millones de dólares (USD) para el Cártel de Sinaloa.

Los mellizos Pedro y Margarito Flores fueron testigos en el juicio en contra de Joaquín

El negocio creció tanto, que los Flores distribuían la droga de costa a costa de Norteamérica, desde Nueva York, Washington,, Filadelfia, Detroit hasta Los Ángeles e incluso, hasta Vancouver, en Canadá.

Debido a su gran capacidad operativa, los mellizos eran buscados por las autoridades de aquel país, por lo que en 2008 se entregaron a las autoridades estadounidenses para ser procesados por narcotráfico y se convirtieron en informantes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Como parte de su acuerdo, lograron reunir unas 70 conversaciones grabadas con narcos de México.

En 2015, los mellizos mexicanos fueron sentenciados a 14 años de prisión por traficar droga del Cártel de Sinaloa, pero en 2018, uno de ellos, Pedro, fue llamado como testigo en el juicio en contra de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera.

Durante su testimonio fue presentada una de las llamadas era entre “El Chapo” Guzmán y un narcotraficante colombiano. El audio se convirtió en una de las pruebas más contundentes en contra de Guzmán Loera.

Pese a la cooperación de los hermanos Flores, un juez consideró que debido a que su sentencia no era tan larga (14 años), les negaría la disminución de la pena por lo que continúan presos.

Dámaso López

Dámaso López fue detenido en 2017. (Foto: Especial)

Dámaso López Núñez “El Licenciado”, llegó a ser considerado la mano derecha de “El Chapo” y su sucesor al mando del Cártel de Sinaloa. Al igual que los demás integrantes del también llamado “Cártel del Pacífico”, busca reducir su sentencia a cambio de beneficios ante la justicia estadounidense.

Dámaso López, quien fue condenado a cadena perpetua el 30 de noviembre de 2019 acusado del trasiego de cocaína hacia Estados Unidos, podría testificar en contra del ex secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna.

La audiencia de Dámaso López del pasado 7 de febrero, fue realizada a puerta cerrada en la Corte Federal del Distrito de Virginia.

El pasado 11 de febrero, el diario Milenio consiguió que el narcotraficante aceptara contestar una serie de preguntas desde la prisión. A pesar de que no respondió el cuestionario completo, el reo pidió disculpas al pueblo de México y hasta mandó un mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Al pueblo de México le pido una disculpa por el daño que pude haberles causado, lo mismo de manera especial a mi familia”, fue una de las respuesta del ‘Licenciado’.

A la pregunta de si se arrepentía por haber incursionado en el crimen organizado, Dámaso López afirmó que sí, que el narcotráfico "no era para él" y que ahora está pagando por esos "errores".

Incluso, aseguró que a partir de ahora quiere ayudar a las víctimas del narcotráfico porque es una persona que ha dejado atrás lo que considera la peor experiencia de su vida.

La “mano derecha” del Chapo Guzmán mandó un mensaje al presidente López Obrador, de quien dijo “puede ser el héroe que México esperaba”, pero para lograrlo debe olvidarse de los aplausos y tener mano firme en las estrategias que solucionarán el problema de raíz.

"Usted tiene la oportunidad de ser el héroe que México estaba esperando. Sólo que para lograrlo tiene que hacerlo con acciones que incomoden a muchos y olvidarse por un tiempo de los aplausos y cambiarlos por la mano firme en estrategias de fondo que ayuden a solucionar los problemas del país. Creo que vale la pena sembrar la semilla para construir el México que queremos para nuestras familias”, respondió.

Dámaso López fue capturado el 7 de febrero de 2017 en la colonia Anzures de la Ciudad de México y fue extraditado a los Estados Unidos días después.

“La Chapodiputada”

La diputada mexicana ha sido ligada sentimentalmente con El Chapo Guzman. (Foto: Especial)

Lucero Guadalupe Sánchez López, era diputada de Sinaloa cuando se destapó el escándalo: había sido captada por las cámaras de seguridad del penal de El Altiplano, visitando a Joaquín “El Chapo” Guzmán con una identificación apócrifa. A partir de ese momento se le conoció como “la chapodiputada”.

El encuentro le costó su curul. Dos meses después, el 13 de junio de 2015, el Congreso aprobó su desafuero

Ella también testificó en contra de “El Chapo” en el juicio que se realizó en la Corte de Nueva York. Dijo que lo conoció en 2011 cuando ella tenía 21 años de edad y se enamoró de él, pero que al mismo tiempo, le tenía mucho miedo.

Durante el juicio y en presencia del capo así como de su esposa Emma Coronel, Lucero Sánchez dijo que desde octubre de 2011 trabajó para el acusado, primero recolectando mariguana en la sierra de Durango y de Sinaloa, y luego estableciendo empresas fachada a nombre del capo.

Ilustración: REUTERS/Jane Rosenberg

También relató que en febrero de 2014, huyó junto a “El Chapo” y dos colaboradores más, a través de un túnel que desembocó en las tuberías de la ciudad de Culiacán, con la finalidad de escapar de la policía.

Al parecer, Lucero y “El Chapo” tendrían un hijo llamado Rubén.

Fue arrestada en 2017 cuando intentaba cruzar la frontera con los Estados Unidos, en donde las autoridades la acusaron de conspiración para traficar, distribuir y vender cocaína en Estados Unidos.

De acuerdo con la Oficina Federal de Prisión (FBP, por sus siglas en inglés), Lucero Guadalupe Sánchez López, Jesús “El Rey” Zambada, Lucero Guadalupe Sánchez, “La Chapo-diputada", y el colombiano Jorge Milton Cifuentes Villa; habrían sido puestos en libertad, tras declarar en contra de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Sin embargo, un funcionario del Departamento de Justicia de los Estados Unidos le aseguró a Jesús Esquivel, reportero de Proceso, que “para quedar libres, la orden tendría que venir de un juez federal y de nadie más”, explicó. Incluso, aseguró que “los tres o están bajo la custodia de los US Marshalls (alguaciles federales) o en el programa de testigos protegidos”.

Fuente: Infobae