Ventajas y desventajas de hacer ejercicios en pareja

Hacer ejercicio en pareja es una práctica que cada vez está siendo más popular, impulsado por la agitada rutina del día a día que reduce el tiempo libre de las personas.

Es a raíz de esta limitación que mucha gente busca aprovechar con su persona más cercana esos esporádicos momentos, ya no sólo socializando y en pasatiempos de ocio, sino también en actividades que repercuten directamente en un beneficio común.

“Los beneficios del ejercicio son claros y están demostrados por muchos estudios, desde funcionar como un antidepresivo hasta las ventajas directas a la salud y condición física de las personas”, le dijo a BBC Mundo la médica psicoanalista Alejandra Menassa, quien ha publicado trabajos en psicología del deporte.

“Además crea una sensación de bienestar al liberar endorfina. Cuando eso lo compartes con tu pareja se potencia esa sensación ya que se trata de alguien cercano, con la persona que te une un lazo afectivo y eso hace que sea más placentero”.

Motivación

Hay estudios que muestran que hacer ejercicio con una pareja o en grupo te da ventajas sobre aquellos que prefieren hacerlo en solitario.

Te sientes más contento y energético porque te enfrentas al reto en equipo, lo que contribuye a un estímulo positivo.

“Es más fácil para las personas hacer ejercicio con alguien ya que cualquier actividad que se plantee un ser humano es más fácil que la cumpla si adquiere un compromiso con otra persona”, explicó la doctora Menassa.

Por eso, está demostrado que cuando la gente hace ejercicio en pareja “se mantiene más tiempo en la actividad, no abandonan tan pronto”.

“A veces no tienes ganas cuando tienes que ir solo al gimnasio o salir a correr y simplemente decides que no vas. Pero si hay alguien que te está esperando, con el que has convenido ir, pues te sientes presionado a cumplir”.

Conexión

Uno de los mayores beneficios al hacer ejercicio en pareja es la conexión que surge, ya que no sólo influye en la actividad física sino también en el aspecto emocional.

“Une mucho hacer actividades en común, compartir un interés al que ambos se siente atraídos”, resaltó Menassa.

En el aspecto estrictamente físico, una persona puede ayudar a monitorear constantemente la progresión de su pareja, corregir o mejorar una posición o animar si surgen dificultades a la hora de hacer un determinado ejercicio.

Esto puedo ofrecer una nueva vía de comunicación, además de complementar la rutina de ambos incorporando ejercicios que no se practicarían de manera individual.

Si uno de los dos es un fiel practicante de yoga y el otro prefiere rodar en bicicleta permitirá que ambos terminen haciendo una actividad mucho más completa que haciéndolo solo.

Sin embargo, estas ventajas también pueden ir acompañadas de inconvenientes.

“Si estás muy concentrado en la realización de un ejercicio, que es muy preciso, como por ejemplo con una máquina en la que tienes que tener mucho cuidado en cuanto a la postura, la pareja puede ser un elemento de distracción si están en un momento de mucha atracción sexual o de tensión”, alertó la psicoanalista.

Competitividad ¿sana?

Las diferencias en cuanto a rendimiento pueden ser contraproducentes a la hora de hacer ejercicio en pareja.

Mientras que puede ser de estímulo para fomentar la progresión del otro, también puede ser un limitador en la consecución de nuevos objetivos.

“Como ejemplo, tengo unos pacientes que son corredores de maratón y él siempre tiene dificultades para adelantarla porque tiene mejor marca pero no la quiere dejar atrás”, expresó Menassa.

“Eso genera un poco de conflicto porque hay cierto nivel de competitividad como es habitual en los deportes”.

En este sentido, es importante establecer que no se trata de saber quién es más fuerte o más rápido; entendiendo las diferencias entre el organismo femenino y masculino, sino hasta dónde puede llegar cada quien.

Por mí y para mí

Está claro que no hay muchos elementos que se necesitan pulir cuando se decide hacer en pareja y que no resulta tan fácil alcanzar un consenso que sea beneficio para ambos.

De hecho, hay muchos gimnasios que recomiendan que se establezcan programas de ejercicios individuales y en diferentes horarios para enfocar el esfuerzo en las necesidades de cada persona.

La razón es que es muy difícil establecer objetivos en común o cambiar las rutinas debido a las diferencias de nivel en la condición física entre la mayoría de las parejas y la tensión que esto puede generar en la relación.

“Depende mucho de la pareja, ya que hay parcelas que ambos deciden compartir y que es un momento de compenetración entre los dos”, explicó la doctora Menassa.

“Pero otras personas que reservan el momento del gimnasio o del ejercicio para ellos solos y para su parcela de hacer cosas individualmente”.

Según la Menassa, “los humanos necesitamos gustar más allá de la pareja, coquetear, el ver que te miran. Es por eso que el gimnasio suele ser un buen momento del día para estar solo, estar en una parcela privada que no se quiere compartir”.

La reconocida psicóloga sentimental Sherry Amatenstein publicó en uno de sus trabajos que “las parejas que sudan juntas se quedan juntas”, ya que la actividad física beneficia al cuerpo y a la mente.

Pero es importante entender que no hay algo universal que sirve para todos y que son las propias parejas las que deben decidir si hacer ejercicio también contribuye a mejorar la relación.

Fuente: Eme de Mujer