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Usain Bolt agranda su leyenda como el mejor velocista de la historia

El día jueves, otra carrera para la historia, Usain Bolt ha vuelto a derrotar a Justin Gatlin en la final de los 200 metros lisos de los Mundiales de atletismo de Pekín con una marca de 19, 55 segundos. 

Con esta victoria, el jamaicano ha consolidado más todavía su condición de mejor velocista de la historia. Este nuevo aldabonazo a su reinado lo ha logrado en su prueba preferida, los 200, en los que se ha impuesto gracias a su capacidad de aceleración tras tomar la curva.

Bolt ha vuelto a protagonizar una gran exhibición y ha dominado con tal autoridad que ha entrado en la línea de meta golpeándose el pecho con ambos pulgares para celebrar un triunfo que tenía asegurado desde bastantes metros antes. Le ha sacado casi dos décimas a Gatlin, que ha completado un tiempo de 19,74. El sudafricano Anaso Jobodwana se ha llevado la medalla de bronce con un tiempo de 19,87, récord de su país, solo dos milésimas menos que el cuarto, el panameño Alonso Edward.

El triunfo de Bolt, de 29 años, plusmarquista mundial de la distancia, le proporciona su décima medalla de oro en unos Mundiales, dos más que la leyenda de la velocidad estadounidense Carl Lewis. Además, es su séptima medalla individual en los campeonatos con lo que supera a otro mito de la historia del atletismo, el pertiguista ucraniano Serguei Bubka.

“¡Bien hecho, Usain!”, se dijo Bolt a sí mismo nada más terminar. Y luego se dirigió a los periodistas: “Os dije, chicos, que lo iba a hacer. No había duda. No me he preocupado del tiempo, porque sabía que no estaba en forma para batir el récord del mundo”. Y luego habló de su amor por la prueba de la curva, un amor extraño, pues parecería que todo sprinter solo sueña con la línea recta, pero muy bien correspondido. “Cuando tomo la salida en un 200m me transformo, soy una persona diferente”, dijo. “Solo he perdido una vez en mi vida. Esta cuarta medalla consecutiva es un regalo para mí, un regalo que yo hago a mi país”.

Antes de la carrera, tanto Bolt como Gatlin habían asegurado que la carrera que mejor les iba era el 200m. Gatlin confiaba en sus progresos en una distancia en la que ya fue campeón mundial hace 10 años y en la presumible falta de resistencia final del jamaicano, fruto de sus problemas para entrenare con regularidad. Mientras Bolt, hablaba de experiencia, seguridad y confianza. Tenía razón Bolt, quien hizo quizás la mejor curva de su carrera.

La diferencia entre una medalla y un cuarto puesto, la pesadilla de todo atleta, fue la menor de la historia: solo dos milésimas separaron al feliz Jobodwana (19,861 segundos) del desgraciado Edward (19,863s), quien de haber conseguido el bronce habría tenido el mérito de volver a acompañar a Bolt en un podio seis años después de Berlín 2009.

Bolt hizo esas declaraciones después de la más accidentada vuelta de honor de su carrera. Cuando paseaba ante la tribuna principal con la bandera jamaicana de corbata, un cámara de televisión que pilotaba una segway le atropelló por la espalda y le derribó estrepitosamente. La caída no pareció afectar al jamaicano, quien se mostró preparado para defender el domingo el titulo de su país en el relevo 4x100. “El viernes nos sentaremos y decidiremos la formación del cuarteto y la estrategia, y mi puesto en el relevo”, dijo.

La final de hoy ha sido el primer enfrentamiento entre Bolt y Gatlin en los 200 metros lisos desde los Juegos Olimpicos de Atenas en 2005, cuando el jamaicano era apenas un prometedor chico de 18 años. El duelo de los 100 metros, el pasado domingo en Pekín, se había resuelto en favor de Bolt por una sola centésima de segundo. Fue hasta cierto punto una victoria sorprendente, ya que durante las series clasificatorias y la semifinal Gatlin había estado mucho más rápido que su adversario.

En las series y las semifinales de 200 también Gatlin había rendido mejor, sobre todo en la carrera previa a la final, en la que alcanzó una marca de 19,87 segundos. El precedente de los 100 metros de hace cinco días, sin embargo, situaba a Bolt como favorito, pese a que sus tiempos en los dos hectómetros habían sido en los tres últimos años peores que los del estadounidense.

Fuente: Diario El País España