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VIDEO: Real Madrid con 'póker' de Ronaldo y un Navas que sigue encajando goles vence 6-3 al Girona

ADJUNTO A LA NOTA LEA LA CALIFICACIÓN DE LA PRENSA ESPAÑOLA PARA KEYLOR NAVAS

El Real Madrid con la participación del arquero costarricense Keylor Navas, a quien le sigue costando dejar su arco en cero, se impuso este domingo como local 6-3 a un combativo equipo del Girona, en juego válido a la jornada 29 del fútbol español.

La figura una vez más fue Cristiano Ronaldo quien anotó un póker (11'-47'-64'-91'), Lucas Vázquez (59') y Gareth Bale (86') sellaron la victoria merengue. El uruguayo Christian Stuani (29'-67') y Juanpe Ramírez (88') maquillaron el resultado.

Los tres goles que encajó Navas fueron de cabeza, lo que habla de una defensiva madridista muy endeble.

Gracias a este triunfo el Real Madrid llegó a 60 puntos y tras el tropiezo del Atlético de Madrid (perdió 1-2 ante el Villareal) se colocan a 4 unidades del cuadro colchonero. El Barcelona se mantiene firme en la cima con 75 puntos. Por su parte, el Girona sigue soñando con clasificar a competiciones europeas, se quedan con 43 puntos a dos del sexto lugar.

Tras la fecha FIFA, los de Zidane visitarán a la Unión Deportiva Las Palmas, mientras tanto el Girona recibirá al Levante.

ASÍ CALIFICARON LOS MEDIOS ESPAÑOLES LA LABOR DE KEYLOR NAVAS

MARCA: Buena actuación pese a encajar tres goles. Evitó que el Girona obtuviese un marcador más abultado con paradas de mérito.

AS: Su primera intervención fue en el minuto con una parada en el minuto 9. Si dominara mejor el área pequeña podía haber hecho más en alguno de los tres goles. Especialmente, en el tercero. Cerró el partido con un paradón a Olunga.

SPORT: Nada pudo hacer en los dos goles que marcó Stuani pero, por contra, evitó con sus actuaciones que los catalanes lograsen algún tanto más. Partido, por tanto, muy completo del guardameta.

LAS ACCIONES

Los primeros minutos del Madrid tenían un aroma europeo. Lucas y Asensio por banda, y el centrocampismo despendolado de Kovacic le daban al Madrid verticalidad y mucha rapidez. Bono paró ocasiones a Cristiano y Lucas, y Benzema lucía con su mejor fútbol copulativo.

No sorprendió el gol de Cristiano en el 11, tras un buen pase de Kroos en un córner sacado con estrategia. Fueron minutos aplaudidos por el público y se intuyó un Madrid distinto, sin el runrún de Isco. Kroos anclaba al equipo y Kovacic se soltaba por todo el campo. A veces el 4-4-2 se hacía 3-1-3-2. Kroos y Benzema hacían de polos de reflexión y entre medias solo fútbol vertiginoso al gusto de Cristiano.

El Girona, no obstante, comenzó a decir «la suya». Portu remató un peligroso balón y se estiraron. Es un equipo que convierte la vieja defensa de cinco en algo original. Borja García y Portu sacaban el juego bien y por la banda comenzó a aparecer Mojica.

En el 29, tras una buena ocasión de Portu, Stuani marcó el 1-1. Los dos goles habían llegado de saques de esquina. Empezaba un partido nuevo y ahí comenzó a decepcionar el Madrid, cuyo frenesí empezó a ser diseccionado y metabolizado por el ordenado equipo de Machín, que llegaba a colocarse en un pegajoso 5-4-1. En el 35 hubo una buena falta de Asensio y Mojica inquietó a la contra con un balón suspendido sobre el área nerviosa de Keylor.

A la altura del 40 comenzó a haber señales acústicas de insatisfacción madridista. Pitos al árbitro, pitos a Benzema… El Madrid ya no estaba controlando el partido y sus vertiginosas verticales, como de murciélagos descolgándose de la media campo abajo, topaban ya con un sólido muro.

El Madrid atacaba mucho por el centro, previsible. Benzema ya no pudo enhebrar sus paredes, y solo Asensio, muy de vez en cuando, se acordaba de que había espacios vírgenes en las bandas. Cuando apareció Carvajal (minuto 45) volvió el peligro con un intento de chilena de Cristiano.

El Madrid había tenido algo de sifón, de arrebato interrumpido. ¿Puede sostenerse mucho el fútbol kamikaze y muy poco sintáctico de Lucas, Kovacic y Asensio o es para esfuerzos cortos y noches señaladas? Esa duda quedaba en el descanso.

Una buena manera de juzgar los cambios de Zidane es preguntarse: ¿están más juntos? Por momentos sí.

Nada más reiniciarse el juego vino el 2-1, un pase interior de Benzema para Cristiano, que marcaba los dos con la izquierda.

Ese fútbol presuroso de la nueva media del Madrid tiene un efecto en los delanteros. Les llegan más balones y más rápido, como si comprimieran y sintetizaran el perfecto entendimiento entre Cristiano y Benzema, quien, por cierto, se revaloriza entre tanto frenético. Se vio en el 3-1, quizás el mejor gol del Madrid en toda la temporada. Se sintió un escalofrío antiguo. El de las combinaciones geométricas de la Quinta o los contragolpes de Mourinho. Benzema buscó a Marcelo para cambiarse por él y desde la banda centrar a Cristiano que con majestuosa, generosidad cedió a Lucas para el remate. Primeros toques.

El Madrid regaló unos minutos exuberantes porque con los espacios apareció Asensio. De él llegó el tercero, otra vez Cristiano, engrandecido en un equipo que juega más para él. Benzema es su oficial, y el resto una tropa que satisface su ansia de velocidad.

En pago a tanto ajetreo y como habitual olvido-de-sí madridista, marcó el Gerona su segundo gol; de nuevo Stuani de cabeza. El Gerona siguió intentándolo, sobre todo el brillante Portu, pero ya no había partido. Entraron los cambios, y qué cambios: Modric, Bale, y ya al final Isco, que en el banquillo queda como un especialista en otro idioma.

Bale marcó el 5-2 gracias a Modric y se le vio sonreír por primera vez en meses. Con timidez, eso sí. El partido se convirtió en algo espectacular y antiguo.

El 5-3 fue de Juanpe, de nuevo en otro córner; y el 6-3 lo marcó Cristiano, respondiendo no solo a Messi, sino también a Icardi y Salah.